Antes de que se oyese la voz por completo, Diego agarró fuertemente su muñeca. Después de eso, todo el cuerpo de ella cayó en sus brazos incontrolablemente por la fuerza.
La distancia, que no era demasiado larga, se acortó rápidamente.
Se podía escuchar la respiración de los dos lados y el aliento se rodeaban.
Naomí miró a Diego pasmada, que estaba muy cerca.
Tenía el rostro realmente hermoso, pero no llamativo y arrogante, sino profundo, firme e introvertido. Aunque su aura se veía más pesada de lo habitual en ese momento, todavía estaba restringido.
Si no fue por el fuerte olor a alcohol que se enredaba con él y el golpe brutal, Naomí no podría concluir que había bebido demasiado.
Porque sus ojos eran tan brillantes que le asustaba.
-Qué... -Naomí le preguntó débilmente, pero se calló pronto.
Debido a que Diego de repente se le acercó unos minutos, le exhaló un aliento caliente en la cara de Naomí. Los dos se enfrentaron, cara a cara y nariz a nariz.
El aura masculina y exclusiva la rodeaba. Naomí se congeló en su lugar con los ojos tan tensos y abiertos que ni siquiera se atrevió a parpadear, e incluso se detuvo lentamente la respiración.
Porque Diego estaba muy cerca de ella en ese entonces, tan cerca que mientras se inclinase hacia adelante, podría besarlo.
Pero Diego seguía avanzando gradualmente. Se acercaba cada vez más el aliento suyo. Naomí se encontraba tan nerviosa que no se atrevía a moverse. Parpadeaban levemente las pestañas. La mano agarró inconscientemente la palma.
Era la primera vez...
Era la primera vez que Diego se le acercó a ella de manera proactiva. Su hermoso rostro se hizo cada vez más grande frente a sus ojos, tan cerca que no podía verlo claramente incluso con el enfoque de sus ojos.
En el banquete, se bebió el alcohol por sí misma.
Ella harbía querido recordarle en ese momento. “¿Sabías que fue un beso indirecto?” pensó.
Pero después de otro pensamiento, ¿cómo no podría Diego entenderlo? Luego de todo, ella se lo había bebido. Si no le gustaba, no volvería a beberlo. Podía servirse otro vaso.
Al ver que sus delgados labios iba a tocar los suyos, Naomí cerró lentamente los ojos e inconscientemente agarró su cuello.
Quizás... él también sintiese algo por ella.
Fue solo que se haía contenido demasiado antes, por lo que nadie se dio cuenta.
Así... lo encontró ella.copy right hot novel pub