La Naomí de hoy estaba aún más desesperada que la de la fiesta.
Ya no era aprensiva, ni estaba nerviosa ni asustada cuando se enfrentaba a él, incluso le miraba directamente con sarcasmo y sin miedo.
Le gustaba estar así.
Pero sus palabras no eran lo que Diego quería oír.
Él frunció la ceja y dio un paso adelante muy serio, -Déjame terminar, tengo que explicar lo que pasó la otra noche.
Naomí se cambió de expresión, recordando al instante cómo había cerrado tontamente los ojos y esperado su beso. Pero entonces ella había abierto los ojos sólo para que él la empujara sin piedad.
Diego debió ver la cara que puso y pensó que era estúpida.
Incluso Naomí se sintió humillada.
Empezó a odiarse a sí misma, y si seguía confundida sobre su relación con Diego, nunca sería feliz en su vida.
Ante esto, Naomí dijo con frialdad, -No hace falta que me expliques, recuerdo exactamente lo que pasó.
Diego la miró con calma.
-Estaba borracho esa noche, así que...
-¡Ya basta!
Naomí se tapó de repente los oídos y dio un gran paso atrás, con vagas lágrimas en sus grandes ojos.
-He dicho que no tienes que explicar, ¿qué más quieres?
Diego miró a Naomí, que estaba casi fuera de control, y no sabía qué hacer.
Había intentado explicarle desde aquella noche, pero ella no había acudido, y ahora él estaba aquí y la había esperado todo el día.
Pero ella ni siquiera quería una explicación.
Naomí dijo en voz alta mientras se tapaba los oídos, -Hice muchas cosas que te molestaron antes por mi imprudencia, te prometo que no lo volveré a hacer, si realmente crees que me he pasado, ¡por favor, déjame por el bien de tu hermana!
Naomí salió corriendo sin esperar la respuesta de Diego.
Como estaba tan emocionada, Diego no la detuvo.
Brisa la estaba esperando.copy right hot novel pub