Carmen suspiró.
Efectivamente, Naomí no se presentó en la oficina hasta el mediodía.
Carmen pensó: "Parece que ayer Diego no se ocupó bien de las cosas".
La recepcionista no había mentido a Carmen ese día y le había contado todo sobre la conversación de Naomí con Diego, y Carmen no creía que Naomí se enfadara tanto como para acudir a la oficina por unas palabras de una mujer.
Y aunque así fuera, no tenía nada que ver con Diego.
Carmen y Naomí se conocían desde hacía tanto tiempo que sabía que Naomí nunca se desquitaba con nadie.
Entonces todo fue por esa fiesta.
Carmen dejó a Naomí en la fiesta esa noche, pero en lugar de irse, vio a Diego llevarse a Naomí desde la distancia, y Diego parecía estar celoso en ese momento.
Carmen pensaba que los dos iban a estar juntos.
Al fin y al cabo, Diego llevaba muchos años soltero.
Pero una noche después, todo cambió.
Carmen se preguntó qué pasó esa noche para que su relación se paralizara.
Por la tarde, Carmen fue directamente al despacho de Diego.
-Pasa.
La voz de Diego fue fría y sin emoción.
Carmen entró y se puso frente al escritorio, hojeando los papeles, y dijo, -Quiero hablar con usted de este proyecto...
-Puedes decidir por ti misma -la interrumpió Diego golpeando con los dedos el escritorio.
Era la primera vez que Carmen veía a Diego tan impaciente que ni siquiera quería escucharla.
Luego cerró la carpeta.
-Sr. Diego, no quiero ofenderle, pero su estado ha interferido seriamente en su trabajo, así que tengo que preguntarle qué pasa.copy right hot novel pub