Pensando en ello, Naomí se enfadó mucho. Lo había dicho claramente, pero este niño era tan asusto.
-No juegues conmigo. Mándame la dirección rápido o me voy a enfadar de verdad. Y si me enfado tú sabrás las consecuencias.
Al ver este mensaje, Bernabé casi pudo imaginar cómo se encontraba Naomí en ese momento y se río. Pero a Bernabé no le gustaba Gaitán realmente.
Y pensó que sería una buena idea dejar que se comprara una comida, así que podría observarlo.
Él pagar o no, no le importaba.
Pero quería saber si él se atrevía a admitirlo.
-No se preocupe, Naomí. Me encargará yo mismo.
-Dirección, rápido.
Bernabé envió un emoji mimoso, luego guardó su teléfono y no siguió comunicándose con Naomí, quien se enfadó tanto por esta acción que se quedó en la puerta con la cara seria.
Y Brisa, al ver que llevaba un largo tiempo fuera y no había tomado un taxi, se acercó a comprobarlo.
-¿Qué pasa?
-Bernabé no me da la dirección. -Naomí habló con impotencia.
-¿Por qué? ¿El pequeño no se preocupa por sí mismo?
-¿De qué tiene que preocuparse? Mamá, deberíamos estar preocupadas por la otra persona. Será engañado por Bernabé.
-¿De qué estás hablando, Bernabé es tan puro, y es sólo un niño pequeño, ¿cómo podría engañar a alguien?
Naomí lanzó una mirada de impotencia a su madre. Parecía que se había dejado embaucar completamente por Bernabé y que éste debía de ser todo un encanto frente a ellos, por lo que sus padres no tenían ni idea de la verdadera cara de este diablillo.
Cuando pensó en esto, Naomí no quiso discutir más y sólo pudo decir, -Tengo que enviar un mensaje a Gaitán.
Ella y Gaitán se habían añadido mutuamente a WhatsApp, aunque todavía no habían intercambiado sus números de teléfono móvil.
En un principio había llamado a Bernabé porque lo conocía mejor y sería más fácil con él, pero se equivocó.
Ahora tenía que empezar con Gaitán.
Naomí le envió un mensaje.
Después de esperar mucho tiempo, él respondió.
-No te preocupes, yo me ocuparé de él.copy right hot novel pub