-¡Coco es tan lindo! -El ronroneo de la pequeña gata emocionó a Naomí.
Naomí echaba de menos, de repente, una noche de hace unos días en la que estaba de mal humor y Coco le frotaba la cabeza contra el brazo de vez en cuando, susurrando para consolarla.
Y ahora también.
Pero también recordó la cara de disgusto que puso Coco después.
Con esto en mente, Naomí tecleó inmediatamente.
-Parece que a Coco no le gusto, la otra mañana intenté acariciarlo y salió corriendo en cuanto me vio. Cuando tenga la próxima oportunidad, lo abrazaré todo el día.
Un momento después de enviar el mensaje, Naomí se dio cuenta de que lo que había dicho parecía demasiado casual.
"¿Diego me encontrará molesto así?"
-No hace falta que esperes, mañana verás a Coco -respondió Diego a su mensaje justo cuando ella pensaba.
Naomí miró el mensaje con cierta emoción. Todavía se sentía tan irreal.
"¿Acabamos de estar juntos? ¿Cuándo empezaron a cambiar las cosas exactamente? ¿Le gusto? Y si es así, ¿cuándo empezó a quererme?"
Varias preguntas seguidas se vinieron a la cabeza, haciendo que a Naomí le explotara la cabeza.
De repente, el teléfono volvió a sonar.
-¿Te recojo mañana?
-Pero tienes que ir a la oficina, ¿no tienes que trabajar mañana?
-Es fin de semana.
"Así que es fin de semana. Si es una pareja normal, deberían tener una cita, ¿no?" Pero su novio era Diego, así que Naomí no se atrevió a esperar que lo hiciera.
-No hace falta que vengas a recogerme, envíame la ubicación y vendré a verte mañana cuando haya terminado con mis asuntos.
Diego no se lo pensó demasiado y le envió la ubicación directamente.
Naomí estaba tan contenta que decidió ir al supermercado después de despertarse, y acercarse a él por la tarde.
Justo cuando Naomí se disponía a dar las buenas noches a su novio, recibió un mensaje de voz de Diego.
-¿Ya no me hablas por teléfono? -Una voz masculina y grave llegó a los oídos de Naomí.
-Es tarde, en otro momento, acóstate temprano, buenas noches.
A continuación, Naomí también envió un simpático emoji de buenas noches.
Contemplando el emoji, Diego se paralizó por un momento antes de sonreír.
-Nos vemos mañana.
Al ver las palabras de Diego, Naomí se revolcó en la cama con su teléfono emocionada, escuchando la única voz que Diego había enviado una y otra vez, y luego frunciendo los labios y soltando una risita. Tardó en dormirse hasta la mitad de la noche.copy right hot novel pub