El ligero cambio en los ojos de Diego. “¿Con Miguel?, parece que está realmente aburrido de hacer un punto de espera aquí durante tanto tiempo, viniendo para otra comida, y llamándome."
-¿Quieres que te lleve hasta allí?
La voz de Brisa le devolvió la razón a Diego, que sonrió amablemente y dijo con ligereza, -Gracias, subiré yo mismo, hoy tengo prisa, no he preparado nada, seguro que algún día te visitaré en persona.
Su tono era ligero y no particularmente sincero y humilde, pero Brisa no sintió nada en absoluto. Después de todo, un hombre tan brillante y excelente estaba dispuesto a venir a su hija tres o cuatro veces, y no perdió la cabeza incluso después de ser ignorado por Naomí todo el día, manteniendo su aplomo.
Tampoco se volvió adulador por el mero hecho de ser la madre de Naomí, algo que a Brisa le hizo mucha gracia.
No le importaba lo bien que este hombre pudiera tratarse a sí mismm y a Mateo, siempre y cuando fuera realmente bueno con su hija.
-De qué hablas, está bien que vengas. Bueno, sube tú primero.
Diego sonrió ligeramente y susurró, -Gracias.
Después de que Diego subiera, Brisa pensó en ello, pero algo no le pareció bien, y tardó en acordarse.
No, dijo que Naomí y Miguel estaban juntos arriba cuando ella abrió la boca inconscientemente, pero el novio de Naomíno preguntó quién era Miguel, ¿sabía quién era el otro? ¿Se conocían realmente las dos partes?
*
Si fuera habitual, Naomí le habría llevado los ramen y se habría marchado, pero hoy se sentía un poco avergonzada de que la hubiera esperado durante mucho tiempo y de que por fin le hubiera llamado "hermano", por lo que Naomí sentía que la distancia entre ellos no era tan extraña como antes.
Al menos la relación era un poco mejor ahora, así que simplemente se sentó a comer con Miguel.
Al ver a la niña sentada frente a él, Miguel recordó que cuando su esposa aún vivía, ella tenía más o menos la misma edad que él, pero Miguel no tenía esa edad en ese momento, así que su esposa en realidad tenía la misma edad que Naomí en ese momento.
Su mujer, sin embargo, no se comportaba tan bien como Naomí. Era siempre estrafalaria e inquieta con las comidas, siempre dando vueltas en la cama, pidiéndole a él que le dio de comer en un momento dado, ofreciéndole a él que le dé de comer en otro, y siendo extraordinariamente pegajosa cuando estaban juntos.
Miguel también sabía, en ese momento muchas personas en el fondo que los dos tan pegajosa, después de un corto tiempo sin duda romper, pero no habían roto, y más tarde también se casó, después del matrimonio y la relación aún mejor, pero por desgracia...
Dios era realmente justo.
Probablemente porque la pareja había agotado toda suerte de esta vida, Dios le arrebató cruelmente la hermosa vida a su esposa.copy right hot novel pub