-¿Pepi Leguizamo? -el anciano pensó por un momento, y asintió con satisfacción, -Entonces, se decide este nombre.
-¿Verdad? -Bernabé inclinó la cabeza, mirando a los tres adultos discutiendo nombres. Sintió que algo andaba mal.
Se había llamado Bernabé Leguizamo. Se había apellidado Leguizamo como su madre porque solamente tenía a ella a su lado y su papá no estaba en absoluto.
“¿Pero ahora bisabuelo y los padres parecen haber aceptado este apellido Leguizamo?”
“¿Qué pasa?”
“No sé si lo han olvidado, o si han llegado a un acerdo. ¿Debo recordárselo?” pensaba.
Bernabé sostuvo su barbilla en sus manos y pensó profundamente. Con el apellido Leguizamo, entonces se había aprovechado de su madre. Para Bernabé, estaba al lado de su mamá, y este apellido sería naturalmente el mejor.
-Bernabé, ¿qué te parece el nombre de su hermana? -mientras pensaba, Jorge de repente miró a Bernabé. Había vuelto para pensar mucho porque el nombre de su hijo era Bernabé Leguizamo. Así que se lo dio a la niña el nombre Pepi. Al principio, el anciano quería llamarla Pepita directamente, pero parecía un poco extraño, así que lo cambió por Pepi.
Bernabé parpadeó suavemente encontrándose con los ojos de Jorge.
-Muy bien, pero..-
Le dio una mirada a Jorge, y luego a Simón y Xenia, -¿De verdad le vais a poner a mi hermana menor el apellido Leguizamo?
Olvídalo. Debería que recordárselo para que no dijesen que su madre se había aprovechado de su padre cuando el bisabuelo reaccionase.
Haciendo la pregunta Bernabé, Jorge se quedó atónito por un tiempo. Le pasó unos minutos antes de recuperarse el sentido.
-Eso es. ¿Por qué he olvidado algo tan importante? Pepita y tú son ambos hijos de Simón, así que vuestros apellidos deben ser Freixa.
Después, el viejo rostro se sonrojó. No esperaba haber olvidado un asunto tan importante y haber echado a sus dos bisnietos a la familia.
-Bisabuelo, no tienes el apellido Freixa de todos modos, así que no importa cuál sea el apellido- dijo Bernabé nuevamente en el momento adecuado.
Cuando se lo dijo, Jorge reaccionó de nuevo.
La razón por la que no valoraba su apellido era probablemente porque no se apellidaba Freixa. Era bisabuelo maternal, por lo que sintió que Pepi Leguizamo ya era tan fácil de llamar.
Xenia, que estaba a un lado, se sintió un poco avergonzada después de que se lo recordase Bernabé. No había considerado ese tema antes, por lo tanto, no prestó atención a ello en absoluto. Ahora que reaccionó, miró rápidamente hacia Simón.
Es la predeterminada la regla de que el niño nace con el apellido del hombre. Por eso, ella no supo lo que pensaba Simón. Él simplemente accedió con el nombre de Pepi ya. ¿Pensaría que ella era ese tipo de persona irracional y egoísta?
No se sabía que se encontró con los ojos profundos de Simón, que estaban llenos de calidez, después de que volviera a mirarlo.copy right hot novel pub