-Sí, porque me aburren los vestidos exagerados -explicó Zoe.
Lo dijo en voz baja, ni se atrevió a mirarlo.
Rubén cambió de repente el tema, -Un amigo mío regresa recién del extranjero. Sabe que eres bella, te quería conocer.
-Ni se le ocurra -rechazó Zoe ni siquiera pensó.
Pero de pronto se dio cuenta de su imprudencia, explicó en un tono suave, -Lo que quiero decir es que hoy no tengo tiempo, así que…
Rubén se quedó ahí inmóvil y callado, la miró silenciosamente.
Sus miradas eran tan serenas que dejaron a Zoe temblar de estremecimiento.
Sabía que sus miradas serenas eran las maneras con las cuales trataba con la gente, pero detrás de ellas, había algo imponente que no se atrevió a retar.
Cuanto estaba más tranquilo, Zoe sentía más miedo de que iba a enojarse.
Entonces ella preguntó con una sonrisa forzosa, -¿Es guapo tu amigo ese? Si lo es, voy contigo.
Entonces Rubén sonrió, -Claro que sí. Si no es guapo, no te lo presentaré.
Zoe suspiró por su sonrisa.
-Arréglate más guapa -dijo Rubén.
Sin ninguna gana, Zoe lo obedeció y se cambió de su estilo habitual, exquisito y elegante.
“Es sólo una visita, nada más.” Pensó ella, desalentada, “Mañana igual podré ver a Simón, si no, pasada mañana, no me custodiará todos los días.”
Luego salió elegante y brillante Zoe.
Rubén se puso contento ver su habitual belleza, pensando, “Si se ha recuperado como tal, no la obligaré tampoco.”
Entonces los dos salieron en coche.
Delante de una cafetería, se detuvo el coche. Cuando bajó de él, Zoe miró su entorno con atención, y se puso tranquila cuando no vio nada raro.
-¿Pasó algo? -preguntó Rubén.
Zoe movió la cabeza explicando, -No, nada.
Luego entraron a la cafetería y subieron al segundo piso acompañados de un camarero.
Mientras subiendo las escaleras, Zoe preguntó confundida -¿Por qué no nos vemos en el primer piso?
-El segundo piso es espacioso y silencioso -dijo Rubén.
A esta hora no había casi nadie, excepto un hombre sentado al lado de la ventana.copy right hot novel pub