Después de lo que pasó anoche...
Su primera reacción al recuperar la conciencia fue extender la mano hacia ella. Cuando aquellos ojos oscuros se abrieron, y no había rastro de Xenia.
Simón levantó rápidamente las sábanas y se sentó, sólo para encontrar las sábanas y el edredón arrugados hasta quedar irreconocibles. Tras gritar el nombre de Xenia y no recibir respuesta, se levantó, se vistió y la buscó en la habitación.
Resultó que la casa estaba tranquila y no había ninguna Xenia a la vista.
Simón se sentó en el borde de la cama, el sonido de su respiración solo a su alrededor, y si no hubiera sido por aquellas marcas en las sábanas, Simón se habría preguntado si lo que había pasado anoche era real o no.
Tras unos instantes de silencio, Simón saca su teléfono móvil y llama a Xenia.
Uno, dos, tres...
El final es seguido por una voz femenina educada pero gélida.
-Lo sentimos, el número al que ha llamado está temporalmente sin contestar, por favor inténtelo más tarde.
Simón frunció el ceño y sus dedos siguieron marcando el teléfono, pero la llamada nunca fue contestada. Su ceño se frunció mientras apretaba el teléfono con más fuerza.
¿Sería que ella se arrepentiera por lo que pasó anoche?
¿Así que salió temprano en la mañana a esta hora y ni siquiera contestó su teléfono?
En cuanto se dio cuenta de esto, Simón se levantó inmediatamente para salir, pasando por el baño, pero los pasos de Simón se detuvieron.
Entonces miró de reojo y vio que la ropa con la que se habían cambiado la noche anterior había sido empaquetada y metida en la lavadora, sólo que presumiblemente la máquina no estaba aún en marcha porque temía molestarle por la mañana.
Al ver esta escena, Simón pensó un poco de nuevo.
Si ella se arrepintió, entonces debería haber dejado de hacer esto y simplemente empacar e irse.
Simón se quedó observando en silencio durante un rato y luego volvió a entrar en la casa para encontrar la maleta de Xenia y todo lo demás, excepto su teléfono móvil y su bolso que habían desaparecido.
Debería ser una salida de casa para hacer algo.
Simón pensó que si ella no había respondido a su teléfono, el móvil debía de estar en silencio, o tal vez había demasiado ruido fuera para escucharlo.
Se consoló con el hecho de que todo parecía bastante lógico.
Pero en cuanto cierraró los ojos y pensó en las imágenes de anoche y Simón volvió a sentirse que no debía hacerlo, no podía controlar a sí mismo solo porque ella le dijo que estaba preocupada por él y que quería ayudarle...
Obviamente los dos habían estado juntos por poco tiempo, juntos en realidad porque él estaba drogado...
Cuanto más pensaba en ello, más se compadecía Simón de ella.
Si se enfadara, sería normal que ella huyera.copy right hot novel pub