Jorge se quedó en shock porque todo sobrepasó su imaginación. Él nunca había imaginado que Zoe era tan malvada, por lo cual tardó un buen rato para recuperarse. Luego, abrió los ojos y advertió a todos los presentes, -El trapo sucio se lava en casa. Nadie puede divulgarlo.
Anthony comprendió la razón de lo que había dicho Jorge: el hecho de que Zoe hubiera hecho tal vileza deshonraría a las dos grandes familias. Sin embargo, lo que él había dirigido a Simón le hizo boquiabierto: aunque sea un hecho que te haya drogado, tú también le has hecho herida en la cara.
Tras de escuchar eso, Simón se quedó allí como una estatua, con miradas frías y labios apretados. ¡Qué ambientazo más sombrío! Sus finos labios fueron apretados con tanta ira que se volvieron pálidos. Ya acertó lo que lo que Jorge diría a continuación.
Jorge hizo un pauso para pensar una vez más, pero al final agregó, -De este modo, saldamos la cuenta,¿bien?
Anthony lo miró sorprendido, incluso el mayordomo Dylan también estaba pasmado por no haber esperado que Jorge siguiera teniendo preferencia por Zoe. Si la situación continuara así, la consecuencia sería poco positiva.
Las palabras de Jorge correspondió perfectamente a lo que había advinado Simón. En vez de sorprenderse como los demás, mostró una sonrisa misteriosa, pero pasajera. Preguntó a su abuelo con mucha indiferencia, -¿Y luego qué? ¿No me diga que todavía quiere que tenga compromiso con esa arpía?
Jorge no le tenía buena cara, pero tuvo que reconocer que Simón había dado en el clavo. En virtud de esa herida grave en la frente de Zoe, él pensaba que Simón debería compensarla. Además, no quería que su nieto estuviera con Xenia.
Viendo eso, Anthony no podía soportar más y se adelantó a aconsejar, -Abuelo, no puede hacer esto con Simón. Zoe no lo merece...
Jorge le interrumpió y le miró con disgusto, diciendo con voz ronca, -Anthony, acabo de decir que no te metas en donde no te llaman. Esto es asunto familiar que no tiene nada que ver contigo.-
Anthony se calló. Le pareció que esas palabras llevaran razón. No tenía porqué para implicarse en eso. Cedió y dijo: -Vale, tiene razón, Abuelo. Es verdad que no me conviene meterme en eso.copy right hot novel pub