Zoe era la nieta que Orlando había criado y a Orlando se le rompió el corazón por ella. Pero cuando pensó en las cosas que ella había hecho, Orlando se sintió enfadado y la apartó de una patada.
-No me llames abuelo, no tengo una familia como tú. A partir de hoy, ¡esta ya no es tu casa!-
Zoe sentía que se asfixiaba y en este momento estaba desesperada, si perdía el refugio de la familia Espinar entonces era una mujer común y corriente, sin dinero ni poder. De repente, Zoe vio a Rubén de pie junto a ella y corrió hacia él, abrazando sus muslos, llorando y suplicando:
-Hermano, por favor ruega al abuelo por mí, soy tu hermana, crecimos juntos, ¿estás dispuesto a abandonarme?
Rubén estaba sujeto en el regazo de Zoe, pero no se movía, sólo miraba a su hermana; tenía el maquillaje estropeado, los ojos hinchados y la mejilla, que acababa de ser golpeada por su abuelo, estaba alta e hinchada, con sangre en la comisura de los labios; Zoe tenía un aspecto terrible.
Rubén la miró un momento, ligeramente ablandado, y con un suspiro dijo:
-Suéltala.
-Hermano, ¿no te da pena? -Zoe estaba muy desesperada.
-Tú suelta primero -dijo Rubén con impotencia.
Zoe negó con la cabeza y no sólo no la soltó, sino que se aferró más a sus muslos. Zoe no la soltó y Rubén no sabía qué hacer, así que se dirigió a Orlando:
-Abuelo.
Orlando se mostró firme:
-Rubén, si quieres interceder por ella, es mejor que te calles.
-Pero...
-¡Si dices una palabra más, te irás de la familia Espinar con ella, y fingiré que no sois dos en la familia, y que no entraréis en esta casa después de mi muerte!
Zoe gritó desesperada, pero su abuelo no le devolvió la mirada. Sólo cuando todo el mundo se fue, Zoe rompió a llorar. Después de un tiempo desconocido, la voz de Rubén resonó en el salón.
-Deja de llorar, el abuelo sigue enfadado, no querrás quedarte en casa un rato.
-Hermano, ¿es cierto que el abuelo ya no me quiere? ¿Qué haré a partir de ahora? ¿Puedes ayudarme a pedir clemencia?
-Como acabas de ver, es inútil ir pidiendo clemencia en este momento -dijo Rubén con calma.
-¿Entonces no hay nada que hacer? ¿De verdad tengo que dejar a la familia Espinar? -Zoe gritó horrorizada.
-Ya te he desanimado antes, es inútil decir más sobre esto ahora.copy right hot novel pub