Tras entrar en la habitación, Simón llevó a Xenia al lavabo para que se lavara y secara las manos. Hasta ahora ella se dio cuenta de que se había cortado la mano, que se había cortado accidentalmente cuando se había arrodillado para recoger los fragmentos.
En ese momento se quedó paralizada por un instante y luego se levantó, incapaz de entender cómo las cosas podían haber resultado así.
-Una herida tan pequeña, ¿cómo la encontraste? -Xenia miró la herida y dijo.
Simón no respondió con una expresión descontenta, luego tomó el punto herido de ella en la boca y lo chupó suavemente.
-¡Tú! -Xenia se sonrojó y trató de retirar la mano propio.
Pero la fuerza de Simón era tan grande que ella no pudo liberarse. Tardó un rato en soltarla y le dijo fríamente, -No vuelvas a hacer eso, y llama a la niñera-.
Xenia se puso una expresión de mala gana, -Fue sólo un accidente, lo he hecho todo bien antes, es sólo que...
Ella dudó, curiosa por lo que Raquel acababa de decir a Simón en el salón, y luego preguntó con cautela, -¿Te ha dicho algo mi tía hace un momento?
Simón la miró y no respondió.
Su mirada hizo que Xenia fuera a por su manga con ansiedad.
-Dímelo.
-¿Cuál es la prisa?
Habló con ligereza, y su voz era baja y agradable, con una sonrisa en los ojos.
-¿Esto es lo que se llama un accidente?
-¡No es! -Hubo un momento de silencio y Xenia negó con la cabeza.
-No te preocupes.
Al ver que parecía un poco abatida, Simón le cogió la mano y ahuecó su pálida palma en la suya.
-Por parte de mi abuelo, me encargaré de ello, y si eso no es posible, aún puedo fugarme contigo, ¿no?
Al oír la última frase, Xenia exclamó.
-¿Lo dices en serio? ¿Vendrías conmigo si tu abuelo no lo aprobara?
-Realmente no hay más remedio que hacerlo, ¿no? -La palma de la mano que aún la apretaba se había desplazado hasta sus labios. Se acercó y dijo en voz baja, -Tendrás que cuidarme cuando llegue el momento.copy right hot novel pub