Anthony frunció los labios y se alejó con mala cara.
-No llames a la policía.
Si tenía que llamar a la policía, podría haberlo hecho de camino.
Sólo le quedaba un poco de egoísmo.
Si este asunto era llamado a la policía, podría terminar Zoe, y de acuerdo a la influencia de la familia Espinar, una vez que este asunto involucrara a la policía, entonces el incidente se complicaría y luego se ampliaría infinitamente por otros.
Porque no era un asunto sencillo.
Era entre la familia Carlos con la familia Espinar.
Se preguntó cómo podía tener todavía un poco de ese egoísmo, pensó Anthony que fue la última vez.
Después de este tiempo, se aislaría absolutamente de todo pensamiento.
-¿Por qué no puedo llamar a la policía? -Lolita aún parecía desconcertada- ¿Cómo vamos a entrar?
-Vete a un lado, yo me encargaré de esto.
-No -Lolita no tenía ni idea de lo que estaba pensando y negó con la cabeza-. Me has comprado comida, no tengo nada que ofrecer a cambio, no me dejas llamar a la policía, así que te abro la puerta.
Anthony no entendió las palabras de la chica.
Lolita guardó su teléfono, luego abrió su bolso y sacó un alambre de acero de una pequeña caja antes de dirigirse a la puerta de la habitación y empezar a violentar la cerradura.
Anthony y la multitud se quedaron sin palabras.
Con un clic, el cable se rompió y Lolita se rio torpemente, -No es esto.
Luego tiró el que tenía en la mano y sacó otro de la cajita.
Observando los extraños movimientos de Lolita frente a él, Anthony pensó que bien podría haberle pedido que llamara a la policía hace un momento, en lugar de que ella hiciera todas estas extrañas acciones.
Zoe, que se había escondido en el interior, se estremeció de miedo mientras se dirigía a la ventana, sólo para descubrir que no tenía dónde ir. Se retiró al baño, sólo para descubrir que la persona que acababa de salir había usado el baño sin limpiar, y un olor nauseabundo impregnaba el baño.
Zoe casi vomitó y se apresuró a salir.
No había ningún lugar donde esconderse en la pequeña sala, y los hombres que Anthony había traído con él ya estaban fuera de la puerta, e incluso le oyó ella hablar con otros hombres.
Sabiendo que era ciertamente inútil esconderse aquí.
Zoe, pidiendo ayuda, tuvo que sacar su teléfono móvil y llamar a Rubén.
El teléfono sonó durante mucho tiempo antes de que el lado de Rubén respondiera a su llamada.
Rubén estaba a punto de ir a una reunión cuando vio su llamada y la cogió con expresión descontenta.
-¿Qué pasa?
-Hermano.copy right hot novel pub