Simón la contemplaba mientras estaba completamente inmerso en sus pensamientos. Sin embargo, Xenia percibió el enfado en su mirada, y de repente se sintió especialmente nerviosa y preocupada por si ella misma había pasado mucho y le había hecho enfadar. Xenia le tiró de su manga con mucho cuidado, y preguntó en voz baja, -¿Qué te pasa?
Simón volvió a sus cabales y la vio observandole con nerviosismo y temor. Esta carita tan hermosa le disiparó todos los recelos que habían impregnado su corazón. Para él, la gran satisfacción era tenerla a su lado.
Se dijo en su inetrior, -Es imposible que no me quiera. Sus miradas, sus besos, sus tratos...todos son amorosos, suficientes para comprobar que ella me quiere de verdad. No puede estar fingiendo. Entonces, ¿qué me importa su pasado? Pero... ¿Quién es el padre de este bebé en su vientre?
De esta duda derivó aún más celos, que le hizo estar a punto de volverse loco. De repente, sintió una mano suave y cálida que le cubría la cara, y se fijó bien a la persona que le tacaba. Era Xenia. Mientras le acariciaba la cara, le estaba mirando con preocupación.
Ella le preguntó, -¿Qué te pasa? Pareces muy distraído, ¿Mis palabras te han chocado?-
Simón se negó moviendo la cabeza y le dijo que no pensara demasiado. Xenia se mordía los labios, mientras le preguntaba, ¿Crees que he pensado demasiado? Veo que últimamente estás de mal humor, ¿es por mi culpa?
Xenia pensaba, “Tal vez me he mostrado demasiado contenta delante de él, si hubiera sabido que no le gusta, me habría contenido.”
En ese momento, Simón le tocó a ella la punta de la nariz, respondiendo, -¡Tonterías! No he estado de mal humor. Solo que me da mucha pena verte sufrir tanto.
Sus palabras sonaban muy convincentes, así que Xenia sintió un gran alivio. Luego lo abrazó con mucho cariño para que Simón se sintiera un poco mejor.
Un rato pasado, se escuchaba “¡Anda!¡Preparemonos para casa!” que venía de la boca de Simón. Él la cogió de la mano y los dos se dirigieron a la habitación para recoger sus cosas.
En aquel entonces, Raquel ya les esperaba en el piso, sabiendo que Xenia iba a ser dada de alta, por lo que quería cocinar muy nutritivo para recibir a Xenia.
Xenia y Simón subieron al coche para regresar a casa. De repente ella sintió un golpe de nostalgia al recordar que esta noche era Nochevieja, un momento importante para que toda la familia estuviera junta.copy right hot novel pub