-A lo mejor -sonrió ligeramente Rafael.
Tal vez realmente fuera así, pero los mundos de los adultos y los niños eran diferentes.
De niños, todos eran capaz de decir, “Hacemos las paces.”
A medida que iba creciendo, esta frase se volvió cada vez más difícil de decir,
Entre parejas, amigos y familiares, era como así.
-Tío Rafael, ¿no tengo razón?
-Sí, tienes razón.
-¿Te gusta a la tía Naomí?
Rafael dijo, -¿Por qué vuelvas a decir eso? Como un chiquitito, ¿por qué te interesan mucho los asuntos de los adultos?
Sin duda, Rafael no iba a reconocer que le quería a Naomí.
Antes no le había quedado ninguna oportunidad, ni ahora, él no tenía la cualificación.
-Tío Rafael, tengo mucha curiosidad.
Rafael iba a decir algo, pero se interrumpió por la llamada de la puerta, que fue abierta por una enfermera, quien hizo las rondas.
Al verla, Rafael soltó un suspiro, se sintió liberado.
Después de salir la enfermera, la sala estaba tranquila de nuevo.
Le dio gracias que Bernabé no le preguntó otra vez. Rafael pensó un rato y dijo, -Bernabé, voy a tomarme el aire fuera, quédate aquí, si se produce algo, llámame.
-Vale -asintió con la cabeza, manteniendo una sonrisa dentro de los ojos. Bernabé no pensaba que tío Rafael fuera pendejo.
Al marcharse, Rafael se sentó en la silla del pasillo. Él soltó un suspiro, se alivió.
Bernabé estaba solo en la sala. Después de llamar a Rafael pendejo por dentro, giró la cabeza hacía Simón tumbado en la cama.
-Malo papá, ¡todavía no he ajustado nuestras cuentas! Por qué te caíste.
Pero, aun estando desmayado, no afectó el ajuste de las cuentas.
Bernabé pensó un rato, y de repente, soltó una sonrisa.
Él se acercó a la cama de Simón a pasos cortos, se quitó los zapatos y el abrigo, subió ligeramente a la cama, y luego se arrodilló al lado de Simón.
Simón estaba desmayado, con los ojos cerrados.
Después de quedarse a su lado, Bernabé dio un gemido con fuerza, mirándolo la cara hermosa, -Malo papá, no tienes ventajas excepto la cara idéntica a mí.
Al decirlo, Bernabé de repente extendió las manos, le apretó la cara y la tiró con fuerza de ambas partes. Mientras descargaba la ira, Bernabé dijo, -Papá malo, no sólo intimidas a mamá, sino también a mí.copy right hot novel pub