Al oírlo, Rafael se inclinó y lo bajó en el suelo, masculló, -Bueno, querido Bernabé, ve al lado de tu papá.
Rafael recordó algo, se volvió a Simón.
-Señor Simón, ¿está bien? Acaba de desmayarse, ¿no sé cómo se siente ahora desde que se ha despertado? ¿Voy a llamar al médico?
Simón apretó los labios. Excepto el dolor de la cabeza al levantarse no había otros síntomas. Él probablemente adivinó la causa. Se había estimulado el cerebro, y los recuerdos estaban a punto de romper el bloqueo, así que resultó este síntoma.
Si sólo era así, ¿qué problema tenía?
Simón dijo en voz fría, -No hace falta, ahora vámonos.
Bernabé se calló.
Y sacó la boca. Aunque no quería reconocer, pero realmente le impresionaron las palabras de su padre. Bernabé sintió que su corazón se había paralizado en un instante. Al fin, él acercó inconsecuentemente a Simón.
Al llegar, Simón lo recogió a Bernabé, quien dio un gemido y giró la cabeza hacia otro lado.
-Malo papá, no es que me gusta quedar contigo, es que quiero ver a mamá.
Ante esta escena, Rafael sacudió la cabeza sin remedio.
El hijo del señor Simón era bastante orgulloso.
-Vale.
A Simón no le importó lo dicho. De todos modos, sólo estaba en sus brazos en vez de estar en los brazos de otros hombres. Aun siendo su asistente, también le molestaría.
Simón lo pensó, descuidadamente, le dio un vistazo a Rafael.
Rafael estaba listo para salir con Simón, de repente, sintió una mirada cayéndose en su cara, lo que le hizo rígido. Dentro de poco, esta mirada se partió.
Ya que Simón se largó con Bernabé.
Aunque estaba muy preocupado por la salud del señor Simón, su cara se vio sin ningún problema.
Además, en comparación con la señora Xenia, ella era la persona que estaba más preocupada que él.
Así que mejor la dejó preocuparse por el señor Simón.copy right hot novel pub