Simón mantuvo sentado. Aunque sabía que Bernabé lo hizo a propósito ante Xenia, no podía resistirlo ya que era su hijo.
-Papá, ¿vamos juntos? Papá…
Bernabé le demostraba bien el mimo, aunque era un niño.
Simón se puso serio, le apretó a Bernabé en el cuello y dijo en voz baja, -¿Cuántos años tienes? ¿Necesitas que te abrace para volver?
-Pero solo soy un niño -guiñando los ojos, Bernabé se veía muy inocente.
Simón sonrió frío. ¿Se creía que podía hacer todo lo que quisiera porque era niño?
En cuanto a Xenia, como ella esperaba que los dos se reconciliaran, pensaba que Bernabé era muy comprensivo cuando Bernabé le dijo a Simón que lo abrazara para volver.
Por eso, Xenia habló antes de responderle Simón.
-Tomaos el agua y volved. Bernabé, deja abrazarte a tu papá.
-Sí, mamá -Bernabé dijo sonriendo.
Solo Simón se quedó sin palabras.
Echó un vistazo a Bernabé y solo tuvo que resignarse.
Una noche no era nada ya que tenía mucho tiempo.
Cuando encontrara la oportunidad, le preguntaría y aclararía todo.
Justamente, se oyeron pisadas. Los tres dejaron de hablar y se escuchó la voz de Rafael Secada.
-¿Eh? ¿Por qué la luz está encendida?
Rafael se había levantado queriendo ir a la cocina para beber agua. Como vio que la luz en la cocina está encendida, se dirigió hacia ahí.
En ese momento, Simón metió a Bernabé en sus brazos con brusquedad y salió directamente hacia fuera. Se oyó el grito de Bernabé de sus brazos, -¡Malo papá, suéltame!
-¿No quieres que te abrace? Estoy abrazándote para volver.
-Malo papá, ¡no estás abrazándome! Mamá, ¡papá me veja!
Xenia fijó la mirada en Simón con las cejas fruncidas.
-Solo es un niño, cuídalo.
-Sí.
Simón ajustó la posición de Bernabé en sus brazos y lo metió fuera de la cocina directamente sin dejarle oportunidad de acusarlo.
Se encontró con Rafael.copy right hot novel pub