El tiempo transcurrió tranquilamente, en un cerrar y abrir de ojos, llegó la tarde. Simón, Rafael y Bernabé todavía no regresaron, y Xenia empezó a preocuparse. Ella tomó el móvil y llamó a Simóm para preguntarle a dónde habían ido.
No tardón mucho, la llamada se cogió.
En el otro lado sonó una voz niña.
-Mamá.
Era Bernabé, la voz dulce contagió a Xenia, y la cual no podía contenerse la sonrisa.
-Bernabé.
-Mamá -le volvió a llamarla, luego le dijo-, ¡mala Mamá! Tienes mis números, ¿por qué no me llamas? ¡Eres injusta! No te gusto, solo te gusta papá.
¿Cómo era posible que una madre no quisiera a su hijo? Sin remedios, Xenia levantó la mano y pellizcó el entrecejo, le dijo suavemente, -Cariño, ¿cómo es posible que Mamá sea injusta?
Para ella, Simón y Bernabé eran los hombres más importantes de su vida, sin orden.
Por supuesto, si ella estaba embarazada de un niño, pues habría uno más de los hombres más importantes de su vida. Sin embargo, ella deseaba que tuviera una hija.
Si su deseo se hizo realidad, su vida sería perfecta.
Una familia de cuatro.
¡Qué acogedora!
-Mamá me engañas, Mamá dices que no eres injusta, pero Mamá no me has llamado.
Bernabé siguió acusándole.
-Vale, no te enfades. La próxima vez Mamá te llamaré primero, ¿bueno?
-¡No! Mamá solo puedes llamarme.
-Bueno, Mamá te prometo. -la madre simpre aceptaba lo que pedía el hijo.
Pero eso al niño no le satisfizo. Él se sentaba en el muslo de Simón tomando el móvil. De repente levantó a cabeza y echó una mirada a su papá.
Al hombre que estaba tranbajando inmediatamente subió una premonición mala, las vistas chocaron cuando bajó la cabeza.
-Mamá, ¿pues papá y yo a quién quieres más?
Simón se mantenía silencioso.
Sin embargo, él se volvió serio, incluso entrecerró los ojos agudos mirando a su hijo.
El niño no tenía nada miedo, encendió el manos libres para que escucharan claramente la repuesta de Xenia.
Ella le contestó de inmediato, -Por supuesto que Mamá te quiero más.
No lo pensó dos veces.copy right hot novel pub