-Gracias.
-De nada, todo lo que digo es verdad. ¿Pues quieres ir a encontrar a mi papá? Parece estar preocupado de él.
-Sí.
-Pues vete, yo os espero aquí.
Rafael se levantó de inmediato, le remachó que no saliera aquí, luego se dirigió al servicio directamente.
En el servicio, Simón se lavó la cara. Mirándose en el espejo, tenía la cara pálida. No era extraño de que Rafael le hubiera visto con el gesto preocupado.
El hecho era que la memoria le atormentó mucho. Seguía sufriendo el dolor de cabeza, pero él deseaba mucho que pudiera acordarse de todo lo que le había pasado.
Aunque sufriera el terrible dolor de cabeza, sería mejor que le hiciera recordar todo.
No era un buen sentimiento que no había nada en la memoria.
Cuando estaba meditando, sonó la voz de Rafael fuera.
-¿Señor Simón?
Se volvió, vio que Rafael se quedaba en la puerta mirándole con preocupación.
Mordió el labio, luego se le acercó.
-¿A qué vienes?
Rafael no quería ocultar su preocupación.
-¿Está bien usted? Si hace falta...
“Si hace falta enviarle al hospital” esta oración todavía no se contó completamente, le interrumpió Simón.
-¿Se puede recuperar la memoria perdida?
Rafael tardó un buen rato en reaccionar, y respondió vacilante, -Quizás...
La vista de Simón pasó por él, pero no sabía qué estaba mirando.
-Has dicho que tú eres mi asistente, ¿pues puedes hacer una cosa por mí?
-¿Qué?
-Quiero recuperar mi memoria, y necesito tu ayuda.
-¿En qué puedo ayudarle?
***
Bernabé se sentaba en la silla meneando las piernas, mirando que la camarera les había servido dos veces las comidas, pero ellos todavía no volvieron.copy right hot novel pub