¿Qué casualidad?
Un color oscuro brilló en los ojos de Rafael, él luego frunció sus delgados labios, se acercó a Naomí para mirar su repentino cambio de apariencia, y dijo, -¿Estás enajenada lo suficientemente por el alcohol? -Naomí no se atrevió a hablar.
Rafael levantó la mano para coger de su brazo.
En este momento, Xenia vio la escena siguiente.
Rafael y su hermano mayor estaban cogiendo del brazo de una mujer frente a ella, por lo cual sintió como si estuviera viendo una escena de competencia por la belleza.
Parpadeando, Xenia retrocedió dos pasos, pero se estrelló contra los brazos de otra persona.
Simón extendió sus brazos alrededor de su cintura para ponerla en sus brazos, y luego susurró, -Tienes que alejarte de ella cuando está borracha y se vuelve enajenada. Vuelve a la habitación ahora.
Después de decirlo, la llevó de regreso a la habitación ignorando si lo quería o no.
Al ver esto, Bernabé les siguió con el entrecejo encogido.
-Papá malo, cómo pudiste llevarte a mamá mientras que no me di cuenta, ¡detente!
Sin embargo, su respuesta fue un portazo.
Bernabé estaba aislado fuera y Xenia oyó a Simón cerrar la puerta directamente con un pum, pero ni siquiera reaccionó a lo que había sucedido.
Xenia se quedó sin palabras.
“¿Qué quiere hacer este cabrón en día pleno? Hay tanta gente aquí que me llevó abiertamente a la habitación e incluso cerró a Bernabé fuera de la habitación.
Si no hiciéramos algo dentro de la habitación, los que están fuera malinterpretarían que vamos a hacer algo...
Sería realmente difícil aclararnos.” Xenia pensaba.
-¡Papá malo, abre la puerta! ¿Qué quieres hacerle a mi mamá? ¡mamá, abre la puerta! Voy a entrar y golpear a papá en el suelo.
Bernabé gritó así afuera de la puerta, lo que realmente hizo que Xenia se sintiera vergonzosa, sin mencionar que su hermano y Rafael todavía estaban afuera.
¿Cómo vería a otras personas en el futuro?
Entonces, después de reaccionar, Xenia extendió la mano rápidamente tratando de desbloquear la cerradura, pero Simón sujetó su muñeca y dijo en voz baja, -No lo hagas.
Xenia se quedó sin palabras.
Ella lo miró con recelo, -¿Qué estás haciendo? ¿No ves lo pasado afuera?
-Sí, lo vi.
Los labios de Simón se levantaron una leve sonrisa. Mientras hablaba, tomó las manos de Xenia y se acercó lentamente a ella, cuya respiración se acercaba también cada vez más.
-Como lo vi, tengo que aprovechar este momento...copy right hot novel pub