Modo oscuro
Idioma arrow_icon

Historias eróticas

Violación en el baño de mujeres

Se escucharon burlas en todo el baño de mujeres, pero la universidad había estado vacía durante mucho tiempo, nadie podía escucharlo. Ginny todavía estaba tratando de convencerse a sí misma de que sus tontos compañeros de clase no podían hacerle eso.

Todos los sueños de que esto es una broma, que solo quieren asustarla, rompieron con el toque en su ano. En ese momento, la niña se dio cuenta de que este incidente destruiría su vida de una vez por todas. Sintió que un dedo la penetraba.

Ginny comenzó a temblar de histeria, resentimiento y disgusto. Ella se encogió por completo, sin permitir que penetrara en sí misma. Su corazón latía con fuerza por el miedo, trató de escapar, pero tipos fuertes sostenían sus frágiles brazos y piernas por todos lados.

“Acuéstate, perra.” Gritó una de las chicas enojadas. “La próxima vez lo pensarás bien antes de cruzarte en nuestro camino.”

Los chicos ya estaban notablemente emocionados, viendo como Galina estiraba el anillo anal de la pelirroja. Otras chicas miraban con curiosidad cómo su ‘jefe’ se burlaba del agujero de la rival, rascándole el interior con una uña.

Habiendo jugado lo suficiente, dio paso a Alberto, que desde hacía tiempo quería deshonrar a la familia de estos pobres canallas. Puso su pene en el agujero rojo ya brillante y entró abruptamente.

Cada célula del cuerpo de la niña fue perforada por un dolor terrible, gritó involuntariamente. Alberto estaba complacido con lo que estaba pasando, el angosto ano de la nueva pícara estaba fuertemente envuelto alrededor de su tronco. El tipo se detuvo por un segundo, disfrutando del momento de triunfo, pero comenzó a moverse más profundo.

“Te lo ruego... No... Por favor…” Ginny suplicó a través del dolor mientras un torrente de lágrimas calientes corrían por sus mejillas.

El dolor no disminuyó, pasó en agonizantes olas por todo su cuerpo. Esforzándose, trató de empujar el pene fuera de sí misma, pero las manos del chico abrían con fuerza las nalgas de la humillada.

Salió de la víctima e insertó dos dedos en el ano torturado, comenzó a hacer movimientos circulares. Los chicos alrededor comenzaron a desabrocharse los pantalones y acariciar sus miembros emocionados sin dudarlo.copy right hot novel pub

Comentar / Informar problema del sitio