Pensó Priscila casi arrepentida de haberse dejado llevar por sus malditos impulsos.

-A donde vamos?- Pregunto sin mirarlo a la cara.

-A mi casa- Contestó Alex cortante- Ya no vivo frente a MELODY, compre un departamento.-

El viaje fue demasiado corto. Eran unas diez calles desde la cafetería y a Priscila se le escapó una sonrisa. No era necesario tomar un taxi, y eso le causó gracia.

Cuando llegaron a un edificio de diez pisos, muy elegante con dos pilares en la entrada, escalones de mármol y paredes blancas. Muy bien iluminada con plantas verdes que resaltaban la fachada.

Subieron al ascensor hasta el primer piso, y a penas se abrieron las puertas había un pequeño Hall con una puerta color beige. Al entrar Priscila abrió los ojos como plato. Era un piso completo.

Alex tenía un gusto delicado en la decoración, aunque habían cosas fuera de lugar, como planos, maderas, baldes de pintura. Era un lugar precioso. Olía a pintura y a cuero, se notaba que todo era nuevo.

-Es una casa hermosa. Pero porque tan grande, si es para ti sólo?- Pregunto Priss mirando todo a su alrededor.

-La compre pensando en el futuro.-

Priscila se acercó al enorme ventanal que daba a la calle, corrió a penas las blancas cortinas para ver un hermoso sol. Alex abrió el vidrio para salir al balcón y Priss lo siguió apoyándose en el pequeño muro para mirar más allá de los edificios.

-Es una hermosa vista.-

-Podrías verla cada mañana si deseas quedarte conmigo. Priss, no te traje para que veas la casa.-Priscila no apartó la vista de la ciudad, pero escuchaba atenta cada palabra.- Quiero que me des otra oportunidad, quiero empezar de cero. Por que no veo un futuro sin ti. No me veo sólo, o con otra mujer a mi lado.-

Aquellas últimas palabras le erizaron la piel. Alex se acercó y la abrazo por detrás. Priscila no se movió, no se sintió nerviosa. Sólo trató de disfrutar el momento y de aspirar su aroma.copy right hot novel pub