Cuando llegaron a casa de Priscila, lo primero que hizo ella fue conducir a Alex hasta el baño, el se sentó al borde de la bañera y ella lo ayudo a quitarse la camisa, la cual tenia manchas de sangre. Con una toalla mojada limpio su rostro, su cuello y sus manos. Curo una pequeña herida cerca del labio y al terminar le regalo una sonrisa. Priss había estado concentrada y no hubo ninguna conversación, solo un largo silencio.
Cuando vio la sonrisa de Alex en su rostro, sintió una oleada de amor. Deslizo sus manos por las mejillas bajando hacia su mandíbula notando con sus dedos el leve nacimiento de la barba. Le sostuvo la mirada, le encantaba ver las profundidades de esos misteriosos ojos grisáceos.
- La verdad es que no era necesario armar tanto alboroto.- Dijo Priss acusándolo.
- No podía arriesgarme a perderte.- Paso el brazo libre por su cintura acercándola hasta pegar su cabeza en su estomago.- Estas segura de dejar todo tus proyectos por mi?- Pregunto Alex con duda.
- Tu me necesitas, como yo a ti. No te voy a mentir cielo, tenia miedo de confiar en ti. Pero si no lo hago, jamas podre confiar en nadie.-
- No voy a cometer otro error, te lo prometo. Aun así, estas dispuesta a aceptar lo que soy capaz de ofrecerte? Yo se que estoy siendo duro contigo, pero no es solo el hecho de que trabajes con Gerard, sino que te quitará la mayor parte de tu tiempo, y yo preferiría que no trabajaras, déjame que sea yo quien se esfuerce y trabaje duro. Solo quiero que seas feliz.- Dijo Alex con total seguridad.
Priscila no dudo en asentir, pero se debatió en silencio y Alex pudo notar la tensino en su rostro.
-Yo se cuanto quieres formar parte del hotel.- Alex agachó la mirada- Y sería egoísta de mi parte separarte de tus proyectos, también debo pensar en lo que tu deseas.
El arrebato de celos que se habían apoderado de Alex comenzó a disminuir y levantó la mirada para encontrarse con los ojos de su mujer.
- Convénceme de que el imbécil de Gerard no hará ninguna estupidez, para propasarse contigo y yo aceptaré de buena gana que sigas con él en THE PALACE.-
Priscila sintió que su mano se coló por debajo de su vestido estremeciendo su cuerpo.
Al escuchar aquellas palabras una evidente emoción le oprimió el pecho. Pero Alex no le dio tiempo a pensar.copy right hot novel pub