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Jefe Atrevido: Amor Retardado

Capítulo 115: No menciones el viaje de negocios

Antes de que Santiago llegara, un joven se acercó a hablar con Vanesa, el cual parecía un estudiante universitario, fresco y limpio. Dijo que había visto a Vanesa sentada durante mucho tiempo y le preguntó si tenía problemas.

Vanesa se levantó, un poco tímida y nerviosa, le repondió,

—No. Es que estoy esperando a un amigo.

El chico se rascó el pelo,

—¿De qué escuela eres? Quizá podamos pasar por el mismo camino.

Vanesa se sentía aún más avergonzada, porque ni siquiera había estudiado en la universidad. Hizo un gesto con la mano para negarse mientras decía,

—No soy una estudiante.

El chico se sonrió con cierta timidez, luego dijo,

—Pero te ves muy menor.

Vanesa frunció los labios, sin saber qué decir. De hecho, el coche de Santiago ya estaba llegado. A cierta distancia, Santiago vio a Vanesa con ese chico, el cual tenía un rostro ligeramente sonrojado y se veía tímida.

Santiago soltó una risa,

«En realidad,Vanesa era más adecuada para este tipo de chico, porque los dos se parecían mucho en el carácter» .

Pasó el coche lentamente, suponiendo que tendría que esperar un poco más, pero por su sorpresa Vanesa se despidió del chico muy pronto.

Cuando el chico se marchó, todavía se había vuelto muchas veces para verla como si no quisiera irse sin ella. Vanesa exhaló, se giró y vio el coche de Santiago. Entonces, retiró toda expresión de su rostro y se acercó a abrir la puerta del coche.

—Uy, eres popular —dijo Santiago sonriente.

Vanesa sólo le miró de reojo, y le respondió,

—Claro que sí, solo tú no me amas.

Santiago no dijo nada, pisó el acelerador y el coche se puso en marcha.

Los dos no hablaron en el camino y Santiago no preguntó a Vanesa por qué había salido sola. Vanesa consideró que a Santiago no le habería importado, y que al parecer él tampoco se había preocupado nunca por ella.

Hacía un rato, Santiago ya llegó pero solo se quedó allí viendo al chico hablar con Vanesa. No se sintió celoso por eso.

«De verdad a él no le importa».

De hecho, esta idea ya existía desde hacía mucha tiempo. Sin embargo, todavía le costaba mucho aceptarlo.

El coche se desvió, dejando el centro de la ciudad y conduciendo hacia los suburbios. En la frontera entre la ciudad y los suburbios, Santiago dobló la esquina y se metió en un callejón.copy right hot novel pub

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