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Jefe Atrevido: Amor Retardado

Capítulo 128: ¡Caprichosa!

Vanesa entró a la habitación contenta.

Sacó el teléfono para revisar los comentarios en su Facebook y ahí Adam le dejó el comentario preguntando qué pasó, y el cantante le dijo que se pusiera feliz.

Luego apagó el teléfono y se echó a la cama.

Pensó distraída y aburrida, sin nada ganas de descansar. Así acostándose en la cama gastando el tiempo.

Mientras Santiago recibió en la oficina la llamada de una sirviente diciendo que la señora Erika recién pidió perdón a Vanesa. Mientras la sirviente detuvo las palabras, escuchó Santiago unos llantos interrumpidos por parte de su madre.

«Debería sufrir algo para llorar tan triste.»

Luego Santiago colgó el teléfono sin hablar con Erika.

Estaba así tan caprichosa porque su padre nunca la había reprochado ni una sola vez y la señora Diana a menudo la trataba con la vista gorda. Ahora que se encontró atrapada con Vanesa, ¿cómo soportaría tal humillación?

«Hay que asumir la responsabilidad de haber cometido el error.»

Si hubiera vivido el señor Enrique, este asunto no habría terminado tan fácilmente. Porque era una persona tradicional y bien decente. Si se hubiera enterado de los insultos de Erika, se habría enfadado de manera aún más fuerte que nadie.

Apoyado contra la silla, Santiago cerró los ojos acariciando sus sienes porque ayer no descansó bien y hoy con tantos líos que lo dejaron casi ahogado.

Adam entró a su despacho con los documentos para su firma.

Mientras se los pasó a Santiago, Adam dijo,

—¿Qué pasó entre tú y Vanesa? Hasta ahora no me contestó nada por Whatsapp ni me recibió la llamada.

Santiago cogió los documentos y dijo,

—Nada importante.

Pero cuanto estaba más tranquilo, más grave era el asunto. Por ejemplo, estaba así tal cuando iba a divorciarse con Vanesa.

«¿La relación entre ellos ya empeoró otra vez?»

Sin atreverse a preguntar más, Adam salió con los documentos.

Santiago estaba tan mareado que no podía seguir trabajando, entonces se fue al baño donde se encontró con Gustavo lavando las manos.

Con lo mareado que estaba Santiago, no le saludó.copy right hot novel pub

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