Viéndolos así Santiago se sentó a la mesa y preguntó tranquilo,
—¿De qué estáis hablando?
Apenas terminó sus palabras, Vanesa y Adam detuvieron de repente, luego sonrió Vanesa,
—Nada, lo que pasó en el evento.
Escuchando sus palabras, Santiago recordó de repente lo que la abandonaba ahí en el evento por mucho tiempo y se quedó de pronto avergonzado.
La encontró Santiago ahí sola, sentada bajo un árbol con la cabeza arriba y los ojos cerrados, de pronto se sintió molesto verla así aislada de todo el mundo y rodeada de una solemne soledad. Apenas se le acercó, Vanesa abrió sus ojos y lo miró a Santiago con cierta impaciencia, pero al mismo tiempo, se quedó de pronto relajada. En el momento en que la miró Santiago, se quedó afligido.
—¿De qué se trata? —preguntó Santiago.
Mientras Adam se mantuvo callado, Vanesa dijo,
—Nada interesante, se trata de la publicidad benéfica que se proyectaron en el evento sobre las escuelas pobres ubicadas en las montañas. Mucha gente se quedó conmovida viéndola, y algunas lloraron incluso, pero por sinceridad o por la ocasión no se sabe.
—Se sentirían conmovidos cuando la vieron, pero después, se olvidarían también del todo —dijo Santiago.
Probando uno de los platos favoritos, Vanesa preguntó,
—¿Qué estabas haciendo antes de que abandonáramos el evento?
—Estaba explicando al organizador sobre nuestra ausencia y después llegaría la hora de la donación, le dejé mi parte de donación.
Después de pensar un momento, Vanesa entendió.
«¡Ah! Por cierto, estamos participados en un evento benéfico, será inadecuado si no se dona nada»
—Parece que te obligaron hacer la donación —suspiró Vanesa.
«Y además de obedecerlo, tienes que sonreír como que te da la gana».
—Más o menos —dijo Santiago.
Aunque no tenía hambre Adam, éste comió unos bocados y se dirigió a Santiago,
—Siendo una familia de algún renombre, la familia Merazo habría sido invitada, ¿cierto?
Mientras Santiago se mantuvo callado, Vanesa le respondió precipitada,
—Sí, se presentó ahí Lidia con su padre.
Adam resopló de pronto,
—Veo que últimamente Lidia está bastante ocupada en presentarse en los eventos, parece que quería pasar a ser la dueña de su familia en vez de una señorita delicada.
—Tanto el capital como la belleza los tiene ella, le será fácil conseguir todo mientras que le ayude su familia —echó a reír Vanesa—, pero yo, nunca me convertiré en la dueña como ella, porque nada tengo yo, nada podré conseguir tampoco.
Adam extendió un brazo para abrazar a Vanesa,
—No seas tan desesperada, eres una potencial. Si montas bien tu tienda, igual podrás conseguir todo y la mayor diferencia consiste en que ella consigue todo por ayuda de su familia, pero tú lo consigues por tú misma.
Vanesa se río de pronto,
—No me burles, Adam, tengo vuestras ayudas,¿no?
Adam detuvo por un momento, luego se río,
—Somos nada más que unos escalones de tu camino hacia el éxito.
Vanesa se río aún más fuerte.
Mientras los dos se rieron, Santiago los miró confundido porque no entendió nada sus burlas. Se quedó de pronto descontento.
«¿Por qué no me di cuenta de que estaban tan cerca antes?»copy right hot novel pub