Dicho esto, Vanesa apoyó su cabeza en el hombro de Santiago y dijo,
—Ahora mi hombre puede tener un buen descanso extra después del trabajo, ¡qué bueno!
Ni siquiera pareció darse cuenta de las expresiones de los demás mientras añadía,
— De verdad, no hace falta toturarse por la cortesía inútil
Santiago miró a Vanesa y esbozó una sonrisa, falsa. A Vanesa no le importaba lo que estas personas pensaran en sus mentes, sólo quería incomodarlas.
Santiago atrajo la mano de Vanesa y apretó el anillo en su dedo. Luego, dio un leve movimiento de cabeza sí, que en cierto modo era una indicación de que estaba de acuerdo con ello.
Vanesa se rió de contento, incluso más alegre de lo que lo había hecho antes, y Santiago la miró, comprendiendo claramente las emociones que se escondían detrás de esta sonrisa. A esta chica, cada vez más agresiva, le daba igual la persona que tenía enfrente.
Eustacio tomaba té sin decir nada, mientras Alexander que era listo, era capaz de notar que algo andaba mal. Dicidió distraer a Eustacio mediante hablar del mercado actual, y dijo,
—En el mercado actual, cada vez surgen más pequeñas empresas y el mercado se está acercando a un punto de saturación. Ahora se trata de ver qué empresa puede mantenerse más firme y durar más tiempo.
Eustacio asintió, y respondió,
—De acuerdo. Por eso las empresas debemos unirnos para salir ganando.
Alexander dijo,
—Sí, espero que nuestra cooperación posterior sea muy fluida y exitosa.
Lidia permaneció en silencio, con su taza de té en la mano, fijándose en la tetera que había sobre la mesa en vez de mirar a Santiago y a Vanesa.
Vanesa soltó una carcajada silenciosa.
«¡Así es! Por fin, Lidia consigue ver la situación con claridad. Con mi presencia, Lidia debería comportarse con cuidado»,
Vanesa no tenía hambre y se bebió el gran vaso de zumo que Santiago había pedido para ella. Por desgracia, sintió ganas de mear muy pronto.Vanesa esperó un rato y se levantó para buscar el baño antes de que nadie se diera cuenta.
Cuando Vanesa salió del baño, vio a Lidia de pie junto al lavabo, lavándose las manos y sacando el maquillaje para empezar a retocarse. Sin miedo se dirigió directamente a su lado, mientras se lavaba las manos lentamente, decía,
— ¿Cómo? ¿Ya te sientes incómoda con este tipo de situaciones? Pues nada es fácil para ser una mujer fuerte.
Lidia que estaba inclinada hacia adelante y estaba frotando su base de maquillaje, miró a Vanesa en el espejo, y contestó con desprecio,
—Te equivocaste mucho en eso. De todas formas conseguiré todo tarde o temprano.
No estaba claro si se refería a la empresa de la familia Merazo o a Santiago.
—No se puede decir cosas con tanta arrogancia. Tienes un hermano, ¿no? De hecho, sabes perfectamente que la empresa no será tuya, y Santiago menos aún —respondióVanesa.
Vanesa se lavó las manos y se miró en el espejo para arreglarse el pelo para desvelar las marcas en su cuello.copy right hot novel pub