Erika vio a Vanesa, se congeló por un momento y luego su expresión se volvió agria. Siguió despreciando a Vanesa incluso cuando tuvo que dejar la familia Icaza.
—¿Qué pasa? Vi a Alexander antes, ¿por qué se fue solo? ¿Os habéis peleado?— Vanesa tenía una sonrisa en la cara.
Erika no quiso hablar con Vanesa y se dio la vuelta para irse, pero Vanesa continuó con una sonrisa,
—Ya ni siquiera eres miembro de la familia Icaza, así que ¿por qué sigues conduciendo el coche de Icaza? ¿El coche le fue entregado durante el reparto de la propiedad?
—¿De qué diablos hablas?— Erika se enfadó al instante.
—Mira, te reíste de mí por no ser lo suficientemente bueno para Santiago, pero ahora también te echaron de la familia Icaza. Interesante, ¿no?
A Erika se puso nerviosa
—No digas tonterías.
—¿Tonterías? ¿Crees que puedes ocultar esto a alguien? —Se apoyó en el coche de Erika —¿Qué, ahora estás imitando a Santiago y yo que ocultamos nuestro divorcio? Pero fuiste tú quien difundió la noticia de mi divorcio de Santiago, ¿no? No quiero deberle nada a nadie, pero tampoco quiero que nadie me deba nada. Sería justo que yo también corriera la voz sobre ti, ¿no?
—Vanesa, ¡no te atreves! —La expresión de Erika era dura.
—¿Por qué no me atrevería? —Vanesa soltó una carcajada.
Erika no sabía qué decir.
Sabía que Vanesa sí se atrevía a hacerlo, después de todo, era el tipo de persona que se atrevía a todo.
Vanesa miró a Erika que se quedó sin palabras, se sintió un poco aburrido así que no quería seguir burlándose de ella.
—Lidia te echa mucho de menos últimamente, dicen que quiere a la familia Icaza para visitarte
—¿Lidia viene a visitarme?
—Sí, te echa de menos —Vanesa se burló—. tengo gran curiosidad de cómo reaccionará Lidia ante la noticia de tu divorcio de Alexander.
Erika frunció el ceño y no continuó su conversación con Vanesa.
Vanesa la miró con sonrisa y se fue enseguida.
Erika se quedó congelada en su sitio durante mucho tiempo antes de subir al coche. Sentada en el coche, sacó el teléfono y marcó uno para Lidia.
Lidia, que siguió trabajando en ese momento, se sorprendió al recibir una llamada de Erika. Se apresuró a coger el teléfono.
—Erika.
—Lidia, ¿estás ocupada?
Lidia dijo que no y se preocupó de preguntar cómo estaba Erika y dijo que la echaba de menos.
Erika se sintió algo aliviada al escuchar que la voz de Lidia era tan suave como siempre cuando le hablaba.copy right hot novel pub