Santiago se quedó mirando los resultados de la encuesta durante medio día.
El hombre había hecho bastantes cosas y tenía un pequeño negocio propio, pero no era muy rentable y finalmente se hundió.
Mirando el perfil, se veía que también llevaba dos años yendo a Usura.
Santiago recordaba la lista que le había dado Nico y, habiéndola hojeado en su momento, no recordaba si el nombre del hombre estaba allí.
Pero han pasado dos años, así que debería seguir dando que hablar.
Santiago observó un rato y luego envió un mensaje a Adam, y antes de que terminara el mensaje, Erika se acercó y se sentó frente a Santiago.
Santiago la miró por un momento y sonrió.
—¿Qué pasa, quieres hablarme de algo?
Erika exhaló una bocanada de aire:
—Nada importante, sólo te preguntaba cuánto sabes del antiguo romance de tu padre con Juana.
Santiago lo pensó, dejó el teléfono y tomó un sorbo de leche.
—Y no sé mucho, es que antes de que Juana fuera hospitalizada, Alexander está en hospital para cuidarla cada día, pero creo que padre no es un hombre deshonesto.
—Soy una mujer y conozco muy bien los pensamientos de las mujeres, puede que tu padre no quiera decir nada más, pero de verdad le gusta tu padre a Juana —Erika se rió diciendo.
—Cuando eras niño, había ido a la casa de Juana para pelear con ella, pero ella me dejó abofetear sin decir ni una palabra por la culpabilidad porque lo que dije y hizo son razonados. Ella quiere a tu padre.
Santiago se reclinaba en su silla.
—Lo que deberías pensar es lo que piensa mi padre, que la gente codicia lo que tienes, y eso es algo que no puedes evitar ni controlar.
Erika miró a Santiago.
—Sí que sabes mucho.
Santiago suspiró.
—Al principio no sabía nada, pero lo he ido descubriendo poco a poco con el tiempo.
Por ejemplo, cuando él vio el mensaje de Lidia hace un momento, lo que antes no entendía parecía tener sentido de repente después de escuchar la voz de Lidia.
Cuando se divorció por primera vez, Vanesa siempre mencionaba a Lidia, y pensó que Vanesa era un poco irrazonable. Al igual que con Alexander ahora, creía que siempre fue Erika la que pensó demasiado en ello.
Alexander sentía que no tenía nada con Juana, y él sentía que nunca tuvo nada con Lidia, y ambos, en este caso, pensaban que el otro no estaba siendo razonable.
Pero nunca pensaron detenidamente por qué Erika y Vanesa tenían una sensación de crisis.copy right hot novel pub