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¡Jefe, pronto seremos tres!

Capítulo 100 Olivia Damschroder (sábado)

Pone su mano en mi vientre y me ve con cara de angustia.

–Bebé, mira lo que le causas a mami – le habla a nuestro hijo.

– Voy a estar bien.

Había perdido por completo el apetito y la fabulosa comida en el plato, no se veía tan genial ahora, me levanté de la silla, corrí al baño más próximo, Owen se coloca en cuchillas a mi espalda, esta vez n me deja sola, coloca su mano a mitad de esta, me pasa la mano de arriba abajo, hago todo el esfuerzo y no saco nada, me dolía el estómago por el esfuerzo, me levanta del piso, moja una de las toallas y la pasa por mi cara, las lágrimas bajaron por mis mejillas, me abraza y me reconforta, parezco una bebé llorona, tenía hambre, puesto que al vaciar todo a primera hora, me hacía sentir débil. Sentía una baja de azúcar. Necesitaba comer algo, ¿pero qué? Esa era la verdadera incógnita.

–Hay cereal, yogurt natural y fruta, ¿te apetece eso?

Como si me leyera la mente, me da otra opción para que desayune. No es lo que quería pero espero que sea lo que mi estómago aguante a esta hora, intentaré comer lo más que se pueda, si veo que no puedo retenerlo, no insistiré. Más no creo poder solo alimentarme de galletas saladas y cítricos.

–No estoy segura.

Salimos del cuarto de baño, retomamos la marcha hacia la cocina, se sienta en una de las sillas y me sienta en sus piernas, los platos con el desayuno, los pone a un lado y me acomoda en su cuello, él también necesita comer, me tendré que aguantar los olores, aunque con el esfuerzo que hice, siento menos los aromas, me pongo derecha, le doy un beso en la mejilla, le coloco su desayuno al frente para que vea que ya puedo aguantar los olores. Me levanto.

Voy a la alacena y saco el contenedor con el cereal, lo abro y lo huelo, olor neutro y fresco, saco un plato sopero y sirvo una parte de este, le pongo el yogurt, la fruta picada que resultó ser fresa, el primer bocado me sabe a gloria. Está perfecto. Lo como con gusto, miro a Owen, está sonriendo. Le devuelvo la sonrisa y seguimos comiendo. No quiero que esta escena se repita todas las mañana, aunque pensándolo bien es lo que se espera, según los doctores es lo más natural en un embarazo.

–Ya tienes mejor semblante.

–Gracias.

– ¿Crees que te sentirás mejor, para ir con mis padres?

–Espero que sí, no podemos posponer el anuncio.

–Por mí no hay problema.

–En cuanto terminemos le marco a mis padres.copy right hot novel pub

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