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¡Jefe, pronto seremos tres!

Capítulo 86 Olivia Damschroder (Lunes)

Cuando se ha ido, veo el móvil y verifico que la alarma esté a la hora indicada, lo vuelvo a colocar en la mesita de noche. Me cubro la cabeza, cierro los ojos cayendo en un sueño profundo. Suena la alarma del móvil, la apago. Estiro los huesos todo lo que pueda. Parece que no pasó el tiempo entre que cerré los ojos y sonara la alarma. Me despierto un poco desorbitada. Trato de alcanzar y tocar a un Owen que no se encuentra a mi lado. Por un momento se me olvidó que se regresó a su casa temprano. Lo extraño.

Su lado de la cama aún conserva su olor, tomo la almohada y me abrazo a ella, lo extraño. Me levanto y siento un leve mareo, creo que no debí pararme tan rápido, me siento, espero a que pase, no hago ningún movimiento brusco esta vez y me levanto con precaución, voy al baño y pongo música, tomo uno de los dos cepillos y me lavo los dientes, entro a la ducha, cierro los ojos al sentir las gotas cálidas en mi cuerpo. Aun con los ojos cerrados termino de bañarme, estoy agotada. Siento como si no hubiera dormido nada.

Me pongo mi habitual indumentaria para el trabajo y como quien no quiere la cosa, empaco algunos vestidos con sus respectivos blazer. Coloco todo lo necesario en el bolso de viaje, dos pares de zapatos, maquillaje y los llevo a la sala. No me estoy adelantando a los hechos, simplemente es una forma de ahorrar tiempo en ir y venir, por si me llegase a pedir que me quede en su casa o viceversa. Mujer precavida, no regresa a su casa.

No suelo faltar al trabajo, pero este sería un día igual que los otros con muchas citas y reuniones, así que descarto el llamar y reportarme enferma, además el motivo de mi cansancio debe estar en las mismas condiciones y aun así se despertó demasiado temprano para estar presentable en el bufete, lo menos que puedo hacer es estar lista a la hora de entrada.

Con toda la pereza reunida en mi hermoso y adolorido cuerpo voy a la cocina, veo hacia la cafetera y Owen me dejó suficiente café, pero no se me antoja, así que mejor me voy a preparar un té. Me acerco al microondas y veo una nota pegada en la puerta, de parte de Owen. La tomo para ver que dice.

“No te vayas sin desayunar, buen provecho”

“O”

Abro la puerta del microondas, levanto la tapa y encuentro un perfecto desayuno listo para calentar y comer. Me alegra haberlo encontrado, sé que todo el tiempo estuvo a un paso de mí. Que solo tenía que alargar la mano para tenerlo.copy right hot novel pub

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