Cuando Luciana despertó, un fuerte dolor de cabeza la hizo soltar un leve quejido, se llevó las manos a la cabeza y sintió unas vendas rodeando todo a la altura de sus ojos cubriéndolo por completo, inmediatamente después pudo escuchar a Xander hablándole con dulzura.
- ¿Estás bien? Dime que duele.
- Es la cabeza, me duele bastante.
- Llamaré a ese estúpido Wilfrick, no dijo que te dolería la cabeza. Lo mataré -escuchó las pisadas de Xander alejándose y la puerta abrirse para luego escucharlo ordenar a alguien fuera de la puerta para que trajera al mago, inmediatamente después cerró la puerta y regresó junto a la cama-. ¿Te sientes mejor? Anoche estaba muy preocupado, tus gritos rompían mi corazón.
- Estoy bien. Anoche tenía mucho miedo, era como si mis ojos se estuvieran quemando y ardían intensamente.
Xander sintió un escalofrío recorriendo su espalda, el sabía lo que era el fuego consumiendo su carne, jamás querría que su Luciana pasara por algo similar.
- Ya todo está bien ahora, no será necesario que vuelvas a pasar por ese dolor, no lo permitiré.
Alguien tocó la puerta y anunció la llegada de los tres magos, Xander los hizo pasar inmediatamente.
- ¡Wilfrick! A Luciana le duele la cabeza, ¿porqué no advirtió sobre eso?
- Sr. Ministro, ayer comenté sobre las incomodidades que podría sufrir la señorita Luciana. Cada paciente reacciona distinto a su tratamiento, y me es imposible predecir con exactitud todos sus síntomas.
- Disculpe, señor gran mago -dijo con sarcasmo Xander-, creía que era un experto sanador. Por el oro que cobra uno creería que sabe lo que hace.
- Xander, ya basta -Luciana quería tranquilizar al hombre, pero su propio dolor le impedía hacer mucho.
- Tolero su actitud arrogante y grosera no por el oro que recibiré, y que aunque no merezca saberlo, es utilizado para aliviar el dolor de los más necesitados. Tolero su actitud porque parece realmente preocupado por esa joven. La debe amar mucho para hacer un escandalo por cualquier cosa.copy right hot novel pub