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La Belleza Está En El Alma

Cásate conmigo

Lucrecia despertó con la cabeza dolorida, levantó la mano para tocar su frente, pero se dió cuenta que ésta era fuertemente agarrada por la mano de Joseph, que la miraba fijamente y con preocupación.

- ¿Estás bien? -Joe apartó un mechón de cabello que cubría su rostro- El mago Wilfric dijo que te revisaría en cuanto despertaras.

Lucrecia observó detenidamente a Joe, era un hombre hermoso y delicado, sólo traía un pantalón de pijama y una bata que dejaba al descubierto su torso semidesnudo, era delgado pero con los músculos bien definidos. Siguió observando su cuerpo, y comparándolo con sus recuerdos de anoche, pudo corroborar que no tenía ni una marca o cicatriz que manchara su cuerpo tan precioso como si fuera tallado en mármol.

Anoche el fue muy cortes, estaba lleno de pasión, pero en ningún momento la lastimó. La llenó de besos y caricias que fueron amplificadas por la droga. Si hubiera sido otro hombre, probablemente no la hubiera tratada con tanta amabilidad. "Y si sólo soy yo la que no saca a relucir su lado más apasionado?", pensó, y esa idea la hizo sentir miserable.

- Haaaa -suspiro.

- ¿Te duele algo? -los ojos de Joe estaban llenos de preocupación. "¿Porqué es tan lindo si no le gusto?"

- Dame agua, por favor.

- Claro.

Joe le extendió un vaso de agua, y ahí se dió cuenta que estaba vestida con un camisón de dormir y una bata entreabierta. Frunció el ceño, pues era extraño.

- ¿Alguien entró a vestirme?

- No, yo mismo lo hice.

- ¿Y porque tú? -eso era aún más extraño.

- Parecías seguir aún con la droga en tu cuerpo, y no quería que nadie más te viera así.

- No era necesario, no soy tan pudorosa -Lucrecia estaba molesta, pero al ver los ojos triste del hombre se sintió culpable-, una dama de compañía pudo haberlo hecho, pero gracias por tomarte la molestia.

- No tienes que agradecer. La ropa es de Luciana, espero estés cómoda.

- Lo estoy, sólo me duele la cabeza.

- Claro, ya vuelvo, llamaré al médico.

El anciano mago entro con un maletín, caminaba muy rápido para un hombre de su edad. Se sentó junto a ella y le tomó el pulso, tocó su frente, y luego le hizo una larga serie de preguntas, acerca de lo que tomó, si recordaba diferente cosas, como se sintió, incluso si había tenido alucinaciones visuales y auditivas.

- ¿Se sintió complacida señorita? -preguntó con seriedad el anciano.

- ¿Qué? Porqué pregunta éso -Joe podía comenzar a entender por qué a Xander le molestaba el anciano.

- Porque algunas drogas, causan deseos inusuales en los afectados, haciendo que no sientan placer si no son utilizados métodos sumamente violentos, lo que implicaría un peligro inminente para la señorita..copy right hot novel pub

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