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La Gran Sultana

Noche

- Padre- Dije acercandome a el Sultán, que al verme me sonrio con cariño, ojala mi verdadero padre me sonriera así

- ¿Si mi princesa?

- Le quisiera preguntar si el Teniente Kotem podria ser mi guardaespalda- Pude ver la sorpresa tanto en los visires como en mi padre, por lo que decidí seguir hablando- No recuerdo mi reino además de que temo que cualquier accidente me pueda volver a ocurrir, el Teniente Kotem puede enseñarme el reino y protegerme al mismo tiempo

- Es una excelente idea sultán- dijo un visir cerca mio, que me abrazo por los hombros- Mi sobrina debe tener protección, y que mejor que el Teniente Kotem ¿Esta de acuerdo noble Kodiac?- Pregunto al hombre que me habia presentado mi padre al entrar en el palacio

- Me parece increible y agradesco a la princesa tomar en consideración a mi hijo menor- Note que de verdad le gustaba la idea, tal vez por el poder que representa o porque Mera bailaba con Alâaddin, no podria decielo con certesa

- Si Karja lo considera correcto- Murmuro el Sultán- Me parece bien a mi, Teniente Kotem Kodiac- Kotem se acerco a nosotros rapidamente, haciendole una reverencia a mi padre

- ¿Si mi sultán?

- Mi hija a propuesto de que seas su guardaespalda ¿Aceptas el cargo?

- Con honor majestad

- Entonces ordenare a unas sirvientas que transladen tus cosas a la habitación justo al lado de la de mi hija, de ahora en adelante la protegeras con tu vida- Anuncio mi padre y le dio una medalla de oro con cintas azules- Que esta medalla te indique como un guardaespaldas real, solo obedeceras a la princesa, ni siquiera mis ordenes son superiores a las de ellas ¿Entendido?

- Si mi sultán- Kotem parecia muy feliz por el puesto, y yo internamente me alegraba, con Kotem a mi lado, quiero ver que imbécil se atreva a tocarme

- Con su permiso padre, nos retiramos, ya me dio algo de sueño después del baño de hoy- Le sonrei con cortesia a los demás nobles y me incline hacia mi padre con respeto

- Por supuesto hija, descanza bien, mañana cuando el sol ya este en su punto mas alto iremos a ver a los caballos- Sonrio mi padre y me indico con una mano que me fuera

Yo y Kotem comenzamos a caminar cuando Mera se aparecio cerca de nosotros- Bella dama ¿No estaba bailando con mi hermano?- Pregunte educadamente a la noble mientras tomaba un aperitivo que trajo una sirviente

Maldita sea, esta comida es deliciosa

- Princesa ¿Ya se retira?- Parecia algo triste por la noticia, lo que me entristecio un poco, era tan hermosa, no debia tener tristeza jamás

- Si bella dama, después del baño me siento algo adormecida- Le sonrei y me acerque a ella un poco más quedando cara a cara, pude ver como se sonrojo un poco, dandome algo de ego que usare ahora- Pero quisiera pedirle que sea mi acompañante para mañana, mi padre organizara una carrera de caballos y siempre eh pensado que las actividades se pasan mejor en compañia

Sus ojos se iluminaron de una manera tan adorable que inmediatamente me dieron ganas de estrujarle sus cachetes, pero no lo hize por respeto a ella

- Me encantaria ser su pareja, majestad- Se inclino ligeramente, después miro a Kotem que la miraba pícaro- Kotem ¿Te acompaño a las barrancas externas?

- En realidad, con la princesa estuvimos hablando y sugirio que me convirtiera en guardaespaldas real- Kotem mostro la medalla muy orgulloso de si mismo

- ¿Pero no deberias ser un Eunuco?- Pregunto Mera sorprendida

- Bella dama, a mi me gustan las mujeres, no los hombres- le sonrie tranquilizadora- Así que me resultaría incómodo, por no decir desagradable, acostarme con un hombre

Tuve algunos novios, pero después me resulto algo incómodo cuando comenzamos a tener intimidad, hasta que me di cuenta que pensaba en las mujeres de manera distinta a como lo hacían las demás, comenzaron a parecerme atractivas y hermosas, así que poco a poco, me convertí en lesbiana. Por suerte mi madre era de mente amplia así que no le importo mucho el que yo fuera homosexual "Tu vida es tuya Jessica, no tiene porque importarte lo que piensen los demás", eso me dijo cuando le conte

- Oh, no lo sabia- Murmuro la princesa, mirandome de una manera extraña, entre esperanzada y coqueta- ¿Me permiten acompañarlos? quiero saber donde dormira mi hermano para venir a visitarlo a menudo

- Pues debera conocer el palacio si resivira mis clases, bella dama- Ella me sonrio y se aferro a mi brazo derecho, apoyando su cabeza en mi hombro

Caminamos por los silencioso pasillas, hablando del cielo y las estrellas mientras avanxabamos hasta mi habitación, al llegar. una sirvienta le dijo a Kotem que sus cosas ya estaban en la habitación a mi lado

- Nunca habia estado tanto tiempo en el palacio, ahora vivire en él- sonrio Kotem emocionado mientras entraba a su habitación a verla- Es el triple de grande que mi habitación anterior

- Me alegro que te guste- respondí mientras le indicaba a una sirvienta que trajera algo oara comer

No comi lo suficiente ahí :'(

- ¿Desean pasar?- Indique hacia mi habitación- Tengo una mini sala de estar para poder conversar

- Yo ya tengo algo de sueño- Respondio Kotem- Pero mi hermanita debe dormir aquí, así que ella tiene más tiempo que yo, pueden hablar y mas rato venir a mi habitación a dormir

Me hizo la misma que yo le hize a Mera, vaya, chico listo, seras buen guardaespaldas

- Entonces Bella dama, gusta pasar- Me indique mi habitación, ella sonrio y entro

Como dije antes, hay una mini sala de estar justo al lado de mi cama, habian varios Pufs con cojines y mantas, rodeando una mesa de centro de madera con incrustaciones de oro justo frente a la chimenea. Un lugar cálido y cómodo para estar en mi opinión

La chimenea ya estaba encendida, asique la habitación era cálida, así que me saque la capa (Que mera me paso cuando bailo con mi hermano) Y me sente justo frente al hermoso fuego. Mera se sento a mi lado y se acurruco en mi de una manera adorable. La cubri con mi capa, hasta que estuvo bien abrigada

- Te ves tan tierna- No pude evitar decir, era como tener un bebe a mi lado

Ella se sonrojo mucho y oculto su cabeza en mi hombro, avergonzada. Me rei entre dientes mientras abria mis brazos, en el gesto universal del abrazo. Ella se lanzo hacia mi pecho, ocultando su hermoso rostro en mi cuello de una manera tan tierna

Hablamos por horas, ella explicandome el imperio y yo haciéndola reir con mis estupideces. Sinceramente, esto es lo mejro que me ah pasado desde que llegué aquí

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