Pov Mila (Camila)
Ha pasado una semana desde que fue la fiesta y no he sabido nada de ella, realmente pensé que todo había sido real que todo lo que vivimos en mi habitación fue real, pero no fue así, esperé su mensaje todo el fin de semana, pero eso nunca pasó.
Pase un par de días en mi habitación lamentándome hasta que mi hermana me hizo salir a pasear, fue un gran día y me hizo sentir mucho mejor.
Había decidido regresar con Jack, él me había dicho que lo de romper conmigo fue el peor error que tuvo. Yo solo lo acepte para distraerme, Jack es un gran chico, pero no estoy enamorada de él.
Así que hoy me encontraba en su casa ya que, había decidido por fin presentarme a su familia, me dijo que estaría su papá Hernán, porque su padre Damián se había ido de urgencia a Cancún con su hermana porque su abuelo había enfermado gravemente, gracias a Dios todo está bien, con aquel agradable señor de mayor edad.
-Me veo bien.- le pregunto a mi enamorado, mientras nos acercamos a su casa.
-Te vez preciosa, mi amor.- responde Jack regalándome una sonrisa y un beso.
-Estoy nerviosa Jack.- dejo salir lo que siento.
-No deberías, mi amor.- me tranquiliza un poco.
Ya estábamos cerca, así que decidí pensar en otra cosa mientras llegábamos a su casa y no pude evitar pensar en ella.
-¿Mi amor?.- me mira Jack.- ¿estás bien?.- me mira preocupado.
-Si, solo estaba pensando en todo lo que había pasado en el instituto.- logró desviar un poco el tema.
-Ha sido raro, todo lo que pasó, pero lo bueno es que tenemos unos días libres.- me sonríe
El instituto había tenido unos problemas de infraestructura y por precaución hacia los alumnos, se habían cancelado las clases una semana.
-Llegamos.- dice mi enamorado, se baja y me espera para juntos ir hacia su casa.
-¿Papá?.- dice, al momento que abre la puerta.
-En la cocina hijo.- me lleva hasta la cocina.
-Hola campeón.- sonríe hacia su hijo y luego pone su mirada en mi.- tú debes de ser Mila.- me pregunta mientras se acerca a mí, logro sonreírle.
-Camila.- le digo y correspondo a su abrazo.- alguien me dijo que mi nombre es muy bonito, para esconderlo en un diminutivo.- sonrió cortésmente.
-Esa persona estuvo en los cierto.
Estuvimos un rato conversando en la cocina mientras él preparaba la cena, me ofrecí ayudarle, pero él se negó a que lo hiciera, así que solo acepté.
En eso escuchamos unos pasos que se dirijan a la cocina así que supuse que era el sr. Damián que ya había llegado de su viaje.
Estaba en lo cierto porque a Don Hernán le brillaron los ojos al ver llegar a su esposo, ellos se saludaron y luego él Sr. Damián me vio y se acercó a darme un beso en la mejilla.
-Damián, ¿Dónde está mi hija?.- pregunta Hernán.
-Ojala se me hubiese perdido en el aeropuerto.- susurra, pero todos lo escuchamos.
-Más te vale que estés bromeando, Damián.- entrecierra sus ojos.
-Lo hago mi amor, tu hija estaba como loca por llegar, ya que por el apuro había olvidado su teléfono y quería llamar a una chica.- se encoje de hombros.
-La vi muy feliz, después de esa fiesta.- sonríen ambos y veo que Jack se acerca a mí y pone un brazo en mi cintura.
-Hasta cuando recibimos esa noticia.- dice el Sr. Damián y se le cristalizan un poco sus ojos.
-Tu padre ya está bien, mi amor.- lo reconforta un poco su esposo.
-Lo sé, pero volviendo al tema, tú hija subió rápido las escaleras y fue a su habitación a bañarse.- comenta mientras se sirve un poco de agua.
-Extrañe mucho a mi princesa.- dice muy emotivo Don Hernán.
-Y ella a ti.- baja un poco su mirada.- aún no sé, como acercarme a ella de la forma en la que tú lo haces.- lo mira
-Paciencia cariño.- sonríe un poco
En eso escuchamos pasos dirigiéndose hacia la cocina, pero luego se escucha la puerta cerrarse.
-A de ver cogido las llaves.- dice el Sr. Damián.
-Vendrá a mí, lo sé.- sonreímos un poco por el ego de Don Hernán.
Paso un tiempo y escuchamos como la puerta principal se abría y de ella se escuchaban un par de voces que venían riéndose.
Supuse que era la hermana de Jack, así que baje mi mirada hacia la revista que estaba leyendo, hasta que escuché su voz.
-Hey, anciano.- sonríe mientras lo abraza.- me extrañaste, ¿cierto?.- pregunta mientras lo besa.
Y lo único que yo me decía era que esto no podía estar pasando, el mundo no puede ser demasiado pequeño.
Luego veo entrar a otra chica que reconocí inmediatamente cuando la vi, ella se acerca hacia ambos hombres y los abraza.
-No, si llegas y sales como loca de la casa y ni siquiera vienes a saludar a tu viejo.- se hace el resentido Don Hernán.- haz estado fuera una semana Ema, ¿Cómo puedes llegar y no saludarme?.- él hace como que limpia una lagrima falsa de su rostro.
-Fui en búsqueda de alguien, pero no la encontré papá.- comenta en un tono un poco triste.
-Ya la veras, hija.- sonríen ambos.
Yo seguía ahí, viendo todo sin poder creerme nada, nadie se había dado cuenta de mi existencia y lo único que deseaba era que me tragara la tierra en este preciso momento.
Jack había salido a comprar unas cosas para terminar la cena, me había dejado sola con sus padres, pero no me esperaba que ella sea su hermana.
-¡Oh, por cierto hija!.- dice Don Hernán.- aquí está la....- y es interrumpido por la voz de Jack.
-Papá no había un ingrediente.- sonríe cuando ve a su hermana.
-Hola, bro.- dice Ema y con eso ya es más que confirmado.
-Hermanita.- ambos sonríen, pero no parece sincera su sonrisa.- te presentaré a mí novia.- dice de la nada Jack.
Ya trágame tierra ahora y escúpeme al otro lado del mundo.
-Claro, ¿Cómo está?.-
Ella aún no se había fijado que yo estaba ahí y claro era lo que menos quería.
Jack toma su mano y la dirige hacia mí, pero ella sonríe con su amiga, como si fueran cómplices de algo. Lo único que hago es esconder mi rostro entre mis manos.
-Ema.- comienzan la presentación.- ella es Mila.- Jack me toca la cintura para poder verlo y me toca levantar mi rostro, la cara de Ema y de Aylin es un poema en realidad.
-Hola.- dice Ema, ya un poco más seria que antes.
-Hola.- respondo.
-Hermanito eres rápido.- Jack le frunce el ceño.- cambiaste a la chica de Cancún muy rápido.- lo único que pienso es que estoy en problemas.
-¡¿Qué?!.- Jack suelta una carcajada y Ema me levanta una ceja.- ella es la chica de Cancún, hermanita.- a Ema le cambio toda la expresión en su cara y veo que está enojada.
-Lo siento.- dice y en eso noto a Aylin acercarse para tomar la mano de Ema y ella relaja su mirada.
No puedo sentirme más triste, porque viéndolo de otro punto de vista es realmente encantador que alguien te tranquilice de esa manera.
La cena ya estaba lista, todos comenzamos a sentarnos y Ema se sienta enfrente de mí, todos comienzan a conversar entre ellos y yo solo puedo estar callada.
-Hija.copy right hot novel pub