Modo oscuro
Idioma arrow_icon

Mi dulce corazón

Capítulo 95: Un castigo de aviso

Inesperadamente, los colaboradores del Grupo Alfaro cambiaron de actitud en esa mañana y eligieron a otro proveedor.

Si fuera un caso puntual, Ricardo no dudaría.

Pero fueron uno tras otro y supo que algo había sucedido o habían ofendido a alguien indebido.

Efectivamente, se puso extremadamente furioso cuando se enteró que Anastasia había drogado a Cordelia y había provocado a Aurelio.

Por muy enfadado que estuviese, era su hija y tuvo que tragar todo por muy amargo que sea.

Él había pensado que era fruto de la petición de Cordelia, pero vio su reacción y parecía que no sabía nada.

Aurelio había hecho tanto por ella sin que lo supiera, entonces su importancia para Aurelio...

Ricardo no se atrevió a profundizar más y se arrepintió levemente porque no debería haber dejado marchar a Cordelia.

Podía ser que no aportase nada a la familia Alfaro, pero al menos no provocaría a un enemigo tan poderoso como Aurelio.

Pensando en esto, Ricardo se sintió miserable y persuadió de buena manera:

—Puede ser que no lo sepas, pero no pasa nada, solo tendrías que transmitir al señor Aurelio que el Grupo Alfaro no tiene intención de hacerte daño. Le ruego que nos perdone esta vez y yo mismo me haré cargo de mis hijos para que nunca más vengan a provocarte otra vez. Con decir esto es suficiente.

Cordelia se paralizó un momento y sonrió diciendo al comprender su intención:

—Está bien, siempre que cumplan sus palabras. De lo contrario, no puedo garantizar si podré volver a ayudaros en la siguiente vez.

Ricardo contestó rápidamente:

—Sí, entiendo.

Cordelia asintió con la cabeza.

—Está bien, entonces no voy a profundizar con el caso. Me voy, ¡sácala por tu parte!

Ricardo se rio:

—Vale, gracias, Cordelia.

Cordelia no dijo nada y se giró para marcharse.

Justo cuando se estaba marchando, vio que sacaron a Anastasia y esta se disparó como loca al verla.copy right hot novel pub

Comentar / Informar problema del sitio