Por lo tanto, nunca la llevaría a afuera.
Alex solo vio a Doria dos veces.
La primera vez fue Édgar se olvidó de llevarse el archivo, Doria lo llevó a la empresa para prevenir los retrasos del trabajo. Ante la mirada indiferente de Édgar, se veía un poco perdida, pero no se quejó, bien educada y sensata.
Y la segunda fue el banquete de cumpleaños de Saúl Santángel, y ese año fue el segundo año de su matrimonio. Toda la familia no le agradaba ni le presentó a nadie.
Esa noche, Doria era como una sirvienta contratada por la familia Santángel, sin costo alguno. Estaba ocupada, pero nadie dijo nada bueno de ella. En cambio, les molestaba tanto.
Y después, se quedó en la esquina todo el tiempo, enfrentándose al ridículo de las personas, no refutó, pero silenciosamente bajó la cabeza y se alejó un poco más.
En la memoria de Alex, la esposa de Édgar era un felpudo que no podía golpear ni regañar ante los insultos.
La mujer que era tan agresiva esta noche, como si vaya a cortar a alguien, definitivamente no era Doria.
Édgar miró la espalda de Doria, sin hablar.
Alex tosió y cambió el tema de hablar, —Me encontré con David Laguna en la puerta cuando llegué hace un momento.
Édgar preguntó sin preocupación, —¿Quién?
—El editor de la editorial de Joyería SG.
—Ah, sí, tengo memoria.
El Grupo Santángel y la editorial de Joyería SG han trabajado antes. Y Édgar se ha reunido con su editor varias veces.
Alex dijo con emoción, —David me dijo que encontró a Aparicio, y si no se sorprende, se convertirá en diseñadora por contrato para su revista. ¿Te acuerdas de Aparicio?
—No recuerdo.
¿Por qué debería recordar a estas personas irrelevantes?
Alex dijo, —Y el hecho de que patrocinó el séptimo concurso de diseñadores emergentes hace tres años, ¿lo recuerdas? Aparicio ganó el primer lugar en el concurso y podría haber recibido la financiación del grupo para ir a París a realizar más estudios. Pero dejó esta oportunidad, y nadie sabe la razón.
—Pero escuché que parece haberle preguntado a la persona a cargo del concurso, y le preguntó si podía rechazar la financiación, en cambio, darle dinero en efectivo. La persona a cargo le pidió instrucciones, pero lo negaste. Después de eso, nunca más supe de ella. Realmente es una diseñadora muy especial. Qué lástima.
Édgar dejó de mirar a la distancia. No se supo lo que estaba pensando, o si había escuchado lo que acababa de decir.
—Ah.
—No recuerdo.copy right hot novel pub