Esa tarde llegué del trabajo, me di un largo y relajante baño. Tomé la plancha de alisar el cabello, me gustaba más lacio que ondulado como era originalmente. Escogí el jeans prelavado, un top blanco y la chaqueta de cuerina vinotinto
Me coloqué los botines negro. La cartera negra y un choker negro con un camafeo rodeado de cristales negros.
Unos buenos pendientes, perfume, en ello si soy exquisita, me encantan los perfumes con olores de madera, nada de cítricos ni florales.
Katrina se había ido esa tarde desde el liceo con su abuela Teresa, a la fiesta de uno de sus hermanos por parte de su padre. Regresaría el domingo, por lo que sólo debía ocuparme de mí misma.
Tomé la cartera, pedí un Uber y llegué al restaurante dónde nos veríamos. ¿Les mencioné que soy excesivamente puntual?. Llegué 10min antes de la hora. Sería una locura entrar antes que él. En frente quedaba una librería y aproveche de revisar si había algún libro de poesía que me gustase. Vi cuando llegó y entró. Entonces, me apresuré a cruzar la calle y un minuto después que él, entré.
Al verme, se puso de pie, me miraba impresionado. Pensé que me vería mal. Me aproximé a la mesa. Él halo la silla, me senté y me dio un beso en la mejilla. Sus labios eran tan suave como sus manos.
–¿Qué deseas tomar?
–¡Cerveza!– respondí.
Sonrió e hizo señas al mesero. Pidió las dos cervezas y el menú.
–Estás tan hermosa como siempre.
–Gracias–contesté ruborizada.
–Casi llegas antes que yo– dijo sonriendo.
Yo sonreí pensando “si supiera que sí”
–Suelo ser muy puntual y no me gusta hacer esperar a las personas, ni tampoco tener que esperar por alguien.
El mesero se acercó con las cervezas y dos vasos. Sirvió y se marchó. El tomó su vaso y yo el mío.
–¡Salud, por este primer encuentro!– dijo con extrema emoción.
–¡Salud!– dije mientras chocaban nuestros vasos.
Hablamos por largo rato.copy right hot novel pub