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Porque Yo lo digo (COMPLETO)

CAPÍTULO 2: “Asistente: Alguien tiene que hacer el trabajo sucio”

DANIELLE

¿Saben lo que realmente significa ser la flamante y bien remunerada asistente del jefe de jefes?

“MASOQUISMO”

ESO significa.

Y es que ser la asistente de un hombre tan apuesto como el “SEÑOR ALLEN” (inserte un sol radiante y un arcoíris) tiene sus pros y sus contras, por supuesto más contras que pros. Es un trabajo, tiene que ser así ¿no?

Iniciemos con los PROS: “La buena vista”

El señor Allen, tiene una estatura perfecta, es alto, pero no demasiado, digamos que 1.84, no es que ande con una cinta métrica en la cartera, pero creo que mi capacidad para deducir es bastante buena (o al menos eso decía mi profesor de literatura). Hombros anchos, brazos fuertes, unas pompas tan respingonas que me entran unas ganas de saludarlo de una nalgada cada vez que pasa, y no con el aburrido asentimiento de cabeza que apenas me permite darle. UN CUERPO DE IN-FAR-TO, como diría mi tía Jaz. Hay que admitir que es todo un seductor, es como si flotara y esas largas piernas jamás tocaran el piso. Cuando pasa deja una estela de su aroma varonil y costoso, porque ese no se pone colonia, no, ese es un hombre de perfumes, lujosos y costosos perfumes (inserten suspiro).

Los CONTRAS: “Es un puto grano en el culo”

Molestoso y desagradable…, que hombre más odioso. Gruñón. Mandón. Exigente. Despectivo. Oh sí, y muy, pero muy hiriente cuando quiere serlo. Siempre me está sacando en cara mis errores y olvidando las maravillas que hago por él ¡Si hasta condones le tuve que comprar en una ocasión!

Agggh. Si no pagaran bien por ser su niñera guion asistente personal, me hubiera ido de aquí en cuanto acabó mi primer día. ¿Quién necesita que le confirmen la cena en su propia casa cuando tiene un menú establecido para cada día de la semana?

SIN COMENTARIOS.

Entiendo el motivo por el cual cambia tanto de asistente. Debe volverlas loca, y no por su atractivo. ¡Por su maldito genio de los mil demonios! Un minuto te habla tranquilamente y al siguiente hierve en ira por algo que ni siquiera sabes que haces mal.

El descarado incluso se atreve a opinar sobre mi vestuario. Qué bueno que no me importa lo que piense. Y ni hablar de quedarme calladita. No, no, eso jamás.copy right hot novel pub

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