Después de sentir mucho calor yo cerré los ojos y al abrirlos poco a poco pude notar al príncipe intentando desviar el fuego.

-¡Déjala tranquila!- no supe ni como me volteó poniendo mi cara en su pecho, creando una ráfaga de viendo con sus alas, o al menos eso pensaba, resulta que sentí como la tierra golpeaba mi cuello, el príncipe Aker me abrazaba con fuerza, casi no podía respirar, pero al parecer era preferible eso a que la arena o tierra entraran a mis pulmones. Sentía mucho ajetreo, nos movíamos de un lado al otro, si me zafaba e intentaba ayudar a Aker podría solo estorbarle, probablemente sea Evil con quien estaba peleando ¿Quién mas podía controlar el fuego? Claro, el príncipe Aker ¡por eso me pidió eso! porque él podía desviar los ataques. Entonces escuché un crujido, como si se hubiese roto algo, traté de despegarme del príncipe pero no pude, no sabía que estaba pasando, solo me quedaba esperar; entonces caímos al agua, el príncipe cayó primero soltándome un poco, cuando abrí los ojos vi que una de sus alas estaba caída, voltee a mi alrededor y no había nada conocido, estaba demasiado hondo, yo abracé al príncipe.

-¿Estás bien?-

-Sí, no me sueltes-

-Creo que tendrás que llevarnos a ambos de regreso, nos alejamos bastante del castillo, pero aun recuerdo donde queda- Evil junto a varios Deus estaban sobre nosotros, ninguno se acercaba, el príncipe Aker no se podía destransformar.

-¿Tú estás bien?- levanté su ala y al soltarla cayó de nuevo al agua –esta rota- no dejé que me contestara, supe inmediatamente que su ala estaba rota con solo tocarla, no se sentía como antes.

-Estoy bien, ahora tenemos problemas más importantes, se puso en modo de defensa.

-¿Hacia dónde está el castillo?- el príncipe me indicó el camino con la mano sin perder de vista a Evil; no sé que estaba esperando ese vampiro, si hubiese querido matarnos lo habría hecho desde el inicio, pues es demasiado fuerte, pareciera que está jugando con nosotros, probándonos, divirtiéndose con nuestra debilidades, lastimándonos, hiriéndonos, como si fuese su pasatiempo favorito –creo que tengo una idea- el príncipe Aker asintió, dándome luz verde para aplicar lo que se me había ocurrido, así que con el agua intenté movernos en dirección contraria a la corriente, y funcionó –ni se te ocurra soltarme que no sé nadar-

-En otras circunstancias me burlaría demasiado-

-Cuando nuestra vida no corra peligro puedes burlarte lo que quieras de mí, no me enojaré- continué y Evil nos seguía viendo, no hacía nada, no decía nada, solo nos observaba; seguimos avanzando poco a poco hasta que perdimos a Evil y llegamos al puente donde se conocieron mis padres; ambos salimos del agua, de nuevo se le marcaba su tonificado cuerpo al príncipe, desviaba la mirada e intentaba ver a otro lado, pero me era muy difícil.

-¿Sigues completa verdad?-

-Gracias a ti sí ¿te duele?- miré su ala.

-No mucho, pero no podré destransformarme, o quizá sí, pero me dolerá bastante, es como tener una costilla rota-

-Sí duele mucho, una vez me rompí un par de costillas cuando un Deus intentó llevarme de niña- él me miró esperando saber cómo pudo haber pasado.

-Perdón, solo recuerdo eso- comenzaba a amanecer.

-Deberíamos volver antes de que amanezca totalmente- yo asentí; tomé a Aker por la cintura y me lo llevé volando, me tambaleaba y me costaba mantener el equilibrio, apenas si podía volar sola, con una persona se me complicaba más, no es que estuviera pesado, solo no podía acostumbrarme, eso sí, volaba igual de rápido; tuve que llevarlo a mi habitación.

-Iré a traer sangre, no te muevas- dejé al príncipe en mi cama, justo después de cerrar las cortinas y quitarme el antifaz poniéndome encima de la ropa mi camisón y una capa larga.copy right hot novel pub