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Princesa Vampiro (Parte 1) / Princesa Vampiro (Parte 2) Con Franqueza

Yerro (PARTE 3)

-¡Iliana! Si no puedes con esto corre al caballo y vuelve al campamento- lo miré a los ojos y después a mi alrededor, había tantos cuerpos en el suelo, no quise distinguir si eran de mi reino o de otro, solo vi a incontables personas que intentaban luchar porque su rey se los había exigido, pues la mayoría de ellos son unos tiranos.

-Es muy tarde para retroceder- dije casi sin energía, le protegí de un ataque con hacha y patee a otra persona, ya no le vi la cara a mi tío, solo sentí su presencia, continué luchando por bastante tiempo, hasta que el aroma de sangre fresca esparcida por todo el pasto me hizo comportarme de una forma más salvaje, asesinando a diez personas aproximadamente, de nuevo noté que siendo un vampiro actuó de forma impulsiva, como un animal siguiendo su instinto... y después me tuve miedo, fue la primera vez que me di cuenta realmente de lo peligrosa que puedo llegar a ser para todas las personas que me rodean, sobre todo los más vulnerables como Darek. Ahora temo más por la vida de todos los que están aquí, tanto enemigos como aliados, que por mi propia vida. Ya no tengo miedo de morir, ahora tengo miedo de algún día enloquecer y convertirme en algo peor que Evil; no estaba cansada, algunos se rendían por el agotamiento y dejaban de luchar, otros tantos daban más de lo que podían para seguir con vida, en ocasiones mis soldados priorizaban mi bienestar ante cualquier situación, pero yo trataba de no ser una carga tratando de ayudarles lo más que podía, aunque eso hiriera un poco su orgullo.

Finalmente cesó nuestra batalla, unos cuantos se retiraron y cargamos a nuestros muertos y heridos, miré a algunos cuerpos que yacían agonizando pero eran enemigos. Mandaron a los que aun tenían energía, para traer a los soldados que se habían quedado y a mi dama de compañía, ellos nos curarían las heridas.

-No necesitas atenderme, la única herida que tengo es la de mi alma, ve a ayudar a los que aun están en el piso moribundos del bando enemigo- le dije a Lena, ella no cuestionó mi orden, ni siquiera titubeó, creo que entendió porque lo pedía.

-Me quité una parte de la armadura y comencé a revisar mi cuerpo, estaba agotada mentalmente, pero podía moverme y al mirar el cielo noté que estaba nublado, eso explicaba porque no me había cansado como esperaba.

-¿Qué carajos haces?- escuché a alguien a lo lejos, al levantar la vista pude ver a Lena en el piso y un soldado de otro reino frente a ella.

-Curando las heridas de los que están grabes- contestó ella, yo me levanté e inmediatamente fui con ellos.

-¿Qué no ves que son enemigos?-

-Pero…fue una orden- ella se levantó un tanto asustada, pues el guardía se veía con intenciones de atacarla.

-Yo le di esa orden- dije al llegar donde estaban.

-Majestad- hizo una reverencia y se marchó.

-Revisaré si hay más heridos del otro lado-

-Reina ¿No está herida? Usted es prioridad-

-Necesitarías revisarme en la tienda, por ahora sé que no tengo nada grave, o si no ya estaría tendida en el piso- ella asintió y yo revisé cuerpo por cuerpo a ver si seguían con vida, encontré solo cuatro de nuestro bando y dos del contrario, avisé a los que estaban curando, solo había una persona entre nosotros que había estudiado medicina durante gran parte de su vida, además de Lena, el resto solo sabía lo básico.

-¿Qué hacen ellos aquí?- dijo el rey Edmon al ver a varios soldados enemigos.

-Yo los traje aquí-

-Sin duda me sorprende cada decisión que toma, pero habrá muchas personas en desacuerdo con lo que está haciendo- Einar diría lo mismo, pero apoyaría mi decisión, después de también darme un sermón.

-Estoy consciente de ello y aceptaré las consecuencias de lo que me digan en la junta- dije sin mucho ánimo.

-Ellos deben irse- dijo mi tío acercándose a nosotros-

-¿Qué?- lo miré esperando que cambiara de parecer.

-En cuanto terminen de atenderlos deben marcharse, no solo es lo que dirán los reyes o algunos soldados, no pueden saber donde esta nuestro campamento- eso es muy cierto, no había pensado en esa incógnita, es cierto que deben marcharse, no podemos atenderlos, solo curarlos y dejar que se vayan.

-O quizá debamos retenerlos como rehenes, posiblemente esclavos- uno de los reyes que idolatran al rey Kevin nos dijo desde lejos.

-No somos inhumanos- le contestó el rey Edmon –no podemos simplemente cuidarlos para retenerlos o tratarlos como esclavos, eso está prohibido.

-Y no sé porque lo hicieron, todo sería mejor con esclavos, así no tendrías que pagarles a tus sirvientes- todo lo que salía de su boca me molestaba, sonaba un poco al rey Kevin.

-Se van a marchar después de ser curados y punto, nadie los seguirá ni se irá con ellos- dije demasiado molesta.

-Aunque podríamos usarlos como carnada para ver dónde queda su campamento- dijo el rey Edmon, mi tío solo escuchaba con atención antes de tomar decisiones o decir algo incorrecto.copy right hot novel pub

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