-Ahora que estamos en guerra es pesado, pero no siempre son así- dije sonriendo.

-¿Qué tienes? Te noto mas apagada de lo normal- hice un gesto de extrañeza y me reí.

-No sabía que me veía como una reina poco alegre-

-Eres muy seria cuando estamos en este tipo de actividades, pero cuando jugábamos eras demasiado alegre. Me refiero a que estas igual que el año siguiente a la muerte de tus padres- yo suspiré.

-De repente recordé lo que pasó y todo todo lo que vivimos juntos- mis ojos se llenaron de lágrimas mientras sonreía.

-Me pones tan nostálgico- suspiró -¡oh! Ya volvió tu prometido- se alejó de mi en cuanto Aker se me acercó, en un principio rechacé la mano de mi prometido antes de que tomara la mía.

-Perdón, es la costumbre- fue lo que le dije antes de que saliéramos al jardín, me pareció un movimiento involuntario, como si temiera que me tocara, como si algo me impidiera tocarlo o besarlo de la misma forma que solía hacerlo –Aker ¿Por qué siempre estabas enojado con tu padre? ¿O simplemente aparentabas estarlo para que no te preguntara por él?- dije cuando ya estábamos en el jardín, Lena nos acompañaba y después de que hice esa pregunta me miró confundida.

-Un poco de ambas, si estaba enojado y aparentaba estar más molesto de lo que en realidad estaba para no tener que hablar de él ¿por qué la curiosidad?- Lena nos miraba atenta.

-Simplemente se me pasó por la cabeza ¿Pero por qué estabas enojado con él?-

-Ya te lo había dicho- yo negué con la cabeza.

-Nunca te había preguntado y solo me hablabas de él en raras ocasiones y solo cuando se comprometió tu mamá me dijiste quien era- Aker miró a Lena por bastante tiempo, no sé si estaba buscando evadir mi pregunta, pensar en cómo cambiar de tema o le pedía ayuda para que ya no siguiéramos con esa plática.

-Majestad creo que va a llover, deberíamos meternos- me dijo Lena después de mirar a Aker.

-Debe ser una nube de nieve- le dije esperando aun la respuesta de Aker.

-Bueno aun así deberíamos entrar, podría resfriarse pues no trae abrigo-

-Lena, soy un vampiro de agua, no podría resfriarme por una pequeña nevada- dije caminando hacía el castillo, porque era preferible aceptar el consejo de Lena que tardarnos horas en un silencio incomodo esperando que yo cambie el tema o que Aker conteste.

-Un momento, yo te acompaño- Aker me tomó de la cintura y volví a sentir una presión en mi pecho y al entrar vi al duque Suamer en la puerta, al acercarse a nosotros mi corazón comenzó a acelerarse y me invadieron muchos sentimientos encontrados. Aker nunca me contestó y de regreso al castillo Lena no me habló sino hasta después de medio camino.

-Majestad disculpe mi imprudencia pero ¿Se encuentra bien?-

-¿A qué se debe tu pregunta?- dije sin mirarla a los ojos, pues tenía mi vista en el paisaje.

-Es que…la noto tensa con el príncipe Aker y con…-

-Sí, me puse incomoda con el silencio de Aker ante mi pregunta- le interrumpí.

-Entiendo majestad- después de eso ya no hablamos en todo el camino.

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