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Princesa Vampiro (Parte 1) / Princesa Vampiro (Parte 2) Con Franqueza

2.33 Marea baja

Aker no se pudo mover de su castillo, la anterior reina Margaret estaba consciente de lo que podría pasar si Aker volvía a Roncheseul, pues causó controversia y disgusto en las personas de ese lugar, al ser visitados por un híbrido mitad fuego. La reina llegó al lugar después de unos días de camino, la primera persona a la que visitó fue al padre de Lena.

-Marianne, tenía mucho que no te veía- dijo el señor después de haberla invitado a pasar a su casa.

-Hola Héctor- se sentó en la sala.

-La casa se siente muy sola sin Lena ¿Cómo le ha ido? Me envía cartas de vez en cuando-

-Te dije que no estaría en mi castillo, pero parece estar viviendo feliz en el reino Nelumbo- el señor suspiró.

-¿A qué se debe tu visita? no sueles venir aquí por cualquier cosa-

-Vengo a pedirles un favor a los vampiros tierra-

-¿Quieres algo de tomar?- le señaló la cocina.

-No gracias-

-¿Qué clase de favor?-

-No es cualquier favor- dijo ella suspirando.

-Marianne- dijo él esperando que le contará todo y no se quedará solo con explicaciones vacías.

-Quiero que peleen junto a mi y los vampiros de la realeza para derrotar finalmente a Evil y los Deus- el señor Héctor hizo un gesto de disgusto.

-Te echaran si lo pides-

-Por lo menos espero que uno o dos me apoyen- el señor miró al techo creyendo que era una pésima idea pedirles el favor.

-Sabes que puedes quedarte en mi casa el tiempo que necesites, te quedarás en la habitación que era de mi hija- se dirigió a su cocina. La reina salió hacia su caballo bajando una maleta y subiendola a la habitación donde se quedaría.

Al día siguiente se reunió con el representante.

-Vengo a hacer una petición- dijo la reina Marianne al representante.

-Muchos de los vampiros que viven aquí piensan que no tienes ni derecho a estar en este lugar- le contestó, y la razón era que se había relacionado con un vampiro fuego y había tenido un hijo híbrido, además de que su "suegro" era Evil.

-Y entiendo porque lo piensan, pero esto nos beneficia a todos-

-Dime que quieres y veré que puedo hacer-

-Entraremos en batalla contra Evil- el representante la miró confundido.

-¿Entraremos? ¿A quienes te refieres exactamente?-

-Mi familia y algunos vampiros de la realeza que no son necesariamente del mismo tipo-

-¿Y para quien va dirigida tu petición?-

-Hacia todos los vampiros tierra- la reina estaba firme todo el tiempo, no aceptaría un no por respuesta.

-Si entran en guerra con Evil cuando acabe con ustedes vendrá por nosotros-

-Y es por eso mismo que es mejor atacarlo todos de una vez por todas antes de que venga por nosotros de a uno por uno-

-¿Todos? Solo nos arrastras a nosotros-

-Si todos los vampiros nos unimos podríamos…- el representante comenzó a reírse haciendo que la reina se callara y ofendiendose ella.

-¿Creés que estarán de acuerdo en pelear a lado de un vampiro aire o agua? El vivir entre la realeza te ha hecho olvidar el que todos somos iguales mientras sean del mismo tipo de vampiro-

-Y es por eso que nos estamos extinguiendo de a poco, solo regálame una conferencia, los que estén de acuerdo con acompañarme no los castigues si ganamos-

-Sabes que yo no soy el único que decide eso, nuestra democracia continuará aunque una reina pida una audiencia y apoyo- el representante le hizo señas a la reina Marianne para que saliera del lugar, ella se levantó -te daré tu audiencia que tanto pides, no me hago responsable de las actitudes del resto- la reina asintió y salió del lugar.

-Mañana temprano será tu "conferencia"- la reina salió y regresó a la casa del señor Héctor.

-¿Cómo te fue?-

-Mejor de lo que esperaba de hecho- dijo ella dejándose caer en el sillón, la reina estuvo toda la tarde y noche creando un discurso para convencer a los vampiros de que la mejor opción era unirseles a la batalla para acabar finalmente con Evil, sabía que sería difícil pero mínimo lograría convencer a uno.

A la mañana siguiente cuando terminó de dar su discurso todos se quedaron en silencio durante mucho tiempo, creando un ambiente demasiado incómodo, por último les dijo que aquellos que quisieran apoyar a la causa los recibiría en el castillo del reino Lilium, esa misma mañana partió hacia su reino.

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