Manejo a toda velocidad al hospital, lo que más he esperado durante estos pocos pero largos días, es que Tamara por fin despierte.
No me preocupo de medir la velocidad en la que manejo, o si aun estoy bajo los efectos del alcohol, lo único que quiero es verla, asegurarme de que esté bien.
Una vez dentro del hospital me dirijo al cuarto de Tamara, no quiero perder mucho tiempo. Al llegar al pasillo, veo a un doctor salir de la habitación de ella y rápidamente me acerco a él.
─¿Cómo se encuentra Tamara?
─Señor Khattab, la señorita Guerrero mejoró mucho en estos días, pronto podrá salir. El bebé ya está fuera de peligro, pero aún debe descansar y evitar emociones fuertes.
Le agradezco y me deja solo. Escuchar que ya está fuera de peligro simplemente fue la mejor noticia que he recibido en años.
Agustín no tarda en llegar a mi lado, pareciera como si hubiera corrido desde la oficina hasta el hospital.
─¿Cómo está? ¿Podemos pasar a verla? ─me cuestiona algo agitado.
─El doctor me dijo que ya está fuera de peligro y que pronto la dará de alta ─suelto un suspiro de alivio, no pude evitar pensar lo peor desde que la vi inconsciente en aquella banca.
─No hermano, el doctor se equivocó, esa cosita pequeñita está loca, imposible que esté bien ─Agustín comenzó a negar.
─Si el doctor dijo que está bien, es porque lo está.
─Por supuesto que no, me acaba de marcar y me dijo que si no te veía en cinco minutos, me iba a cortar las.... me dejaría sin hijos ─su voz demostraba que realmente le tenía miedo, y saber que Agustín le tenía miedo a Tamara, solo me hacía sentir orgulloso de ella.
─Ella siempre ha estado loca ─solo me encojo de hombros, pero no pude evitar sonreír.
─Es que tu no entiendes, desde que despertó, solo pregunta por ti y por su bebé, no habla casi nada y de la nada, me marca y me amenaza con dejarme sin herederos por tu culpa.
─Superalo ─comienzo a caminar sin él, me urge ver a Tamara, es una necesidad mía el comprobar que ella está bien.
Cuando abro la puerta, la busco en la camilla del hospital, pero no está ahí, busco con mi mirada rápidamente por toda la habitación y ahí la veo, sentada cerca de la ventana viendo a la nada, su mirada está pérdida y sin brillo.
Me acerco a ella y le tomó la mano, ella se sobresalta al sentir pero cuando me ve sus ojos se ponen de un color rojo y me abraza, ella empieza a llorar.
Cada gota que siento caer en mi cuello es como si fuera una gota de lava que quema mi piel, ella no merece estar pasando por esto, se que se está culpando por algo que realmente no es su culpa.
Me separo un poco de ella y le levando la cara, me quiere decir algo pero no puede, le tomo la mano y la beso logrando que ella tomara aire y soltara esas palabras que me partieron en mil pedazos.
─Lo siento.....copy right hot novel pub