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PROMETIDA AL NACER (COMPLETA)

Capítulo 52

El fin de semana paso muy rápido, hoy nos vamos para casa ya pero al menos los dos días que hemos estado aquí la he pasado con Carlos, hemos estado con su hija y creo que le agrado, sabe que soy vampira pero no parece importarle, me confeso que al principio no podía acercarse a nosotros pero se ha dado cuenta que a diferencia de la raza de cada uno somos personas y eso me agrada en ella, que piense de esa manera es una virtud.

Carlos no se atrevía a dar el paso así que ayer cuando estaba con él en la playa lo besé, sin que se lo esperara, luego sonrió y le dije si quería ser mi novio, al principio se quedó en shock pero luego asintió con la cabeza, no lo había hecho antes porque pensó que yo no iba a querer y lo iba a rechazar por eso prefirió darme tiempo y que fuera yo el que diera el paso.

Eso me demuestra que es una persona que sabe dar tiempo a los demás y no presionarlos, y eso me enamora, aunque tenga aspecto de ser un tipo duro y sin corazón no es así, al contrario es tan tierno a veces que hace que me derrita por él, estoy feliz.

-¿tenéis todo listo?- pregunta mi hermano, todavía no le he dicho nada, no quiero que sea como la otra vez y sé que Carlos no es de su agrado.

Esta vez tengo que decírselo y hacer que me entienda de una vez.

-Damián podemos hablar- le digo, me mira extrañado pero me sigue al interior de la casa.

-¿qué ocurre?- pregunta, suspiro.

-sabes que con Héctor no me fue muy bien y entiendo que no estuvieras de acuerdo con esa relación pero déjame decirte algo, es mi vida y si me equivoco o cometo algún error, déjame aprender de ellos, déjame equivocarme, ¿me crees tan débil como para que una relación que no ha salido bien me destroce?- le digo.

-¿a qué viene todo esto?, ¿Por qué me dices eso ahora?, ¿Qué está pasando Rose?- muchas preguntas que contestar.

-viene a que estoy saliendo con alguien, solo te lo he dicho para informarte pero no para que decidas por mí ni nada parecido, esta vez no voy a dejar que te metas en mi vida amorosa, así que si me equivoco déjame equivocarme- le digo, se queda callado y se va dejándome sola.

El camino de vuelta se hace incómodo, mi hermano conduce y no para de mirar por el espejo retrovisor, cada vez que lo pillo mirándome aparta la vista, me está poniendo muy nerviosa y quiero llegar ya, mi cuñada sospecha de que algo pasa entre nosotros pero no dice nada y lo agradezco, los niños van durmiendo así que el viaje se hace aburrido.

En cuanto llegamos a casa subo las escaleras y me encierro en mi habitación, que no piense que porque no me dirija la palabra voy a ceder porque no es así.

He estado todo el día encerrada en mi habitación, he recibido varios mensajes de Carlos pero no he contestado a ninguno, no estoy de humor para hablar con nadie y no quiero hablarle cuando estoy enfadada.

Oigo como tocan la puerta.

-Rose, puedo pasar- es mi cuñada.

-ahora no estoy de humor- le digo a través de la puerta.

Oigo como se abre y miro hacia ella, mi cuñada entra y cierra detrás de ella, en que momento mis palabras no las entendió.

-te he dicho que no tengo ganas de hablar con nadie, vete por favor- le digo seria.

-no me voy a ir, no sé qué habrá pasado entre tu hermano y tu pero déjame decirte una cosa, siempre voy a apoyarte, sé que tu hermano te pone las cosas difíciles pero yo estoy aquí para ayudarte y si puedo hacer algo que esté en mi mano ten por seguro que lo haré- me dice y viene hacia mi.

Le doy un abrazo y lloro en sus brazos, Danira se ha vuelto una persona muy importante para mí, y daría mi vida por ella sin pensarlo.

Le cuento lo sucedido con mi hermano y por su expresión veo que se imaginaba algo así, ya vio que paso con Héctor y conoce a mi hermano.

-dale tiempo, yo lo convenceré, el problema está en que tu hermano odia a los lobos, sabes que cuando Zen nos secuestró lo pasamos muy mal y creo que por eso los odia pero debe entender que todos no son iguales- ella tiene razón, Carlos no es como Zen.

-porque no quedas hoy con Carlos y así alegras esa cara- me dice limpiando mis lágrimas, sonrío.

-gracias por tus consejos, no sé que haría sin ti- le digo y la abrazo de nuevo.

Hemos quedado en un camping que hay cerca del bosque, al no ser temporada alta esta todo vacío pero no me importa, después de lo que pasó en el bosque tengo que tener cuidado y vigilar mi espalda, me siento en el banco y lo veo aparecer, cuando me ve sonríe.copy right hot novel pub

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