De un frenazo, el Maybach gris plateado se estacionó a un lado de la carretera.
Olivia, que estaba sentada en el asiento deñ copiloto, se fue hacia delante por la inercia, frunció levemente el ceño, menos mal que se agarró del cinturón de seguridad con ambas manos, porque si no se habría golpeado contra la ventanilla.
Al instante, escuchó la voz del hombre hablando por teléfono:
—¿Sí? Aurora, no llores, ¿qué pasó?
Después de sentarse firmemente, Olivia volvió la cabeza y miró a Lucas un poco perdida. De repente, un dolor surgía en su corazón.
Probablemente solo cuando Aurora lo buscaba, mostraría esa expresión de preociupación y nerviosismo.
No llegó a escuchar lo que el hombre dijo al final, solo miró hacia adelante con la vista borrosa, conteniendo las lágrimas.
—Vale, Aurora, cálmate, iré en seguida —Lucas terminó la llamada apresuradamente.
Olivia se puso tensa y apretó las manos llenas de sudor. «Ahora me va a echar del coche».
Lucas reflexionó un momento antes de decir con frialdad:
—Olivia, bájate. Tengo que ir a la prisión de mujeres.
De pronto, Olivia sintió que se quitaba un peso de encima. Tal vez porque ya selo lo ya esperaba.
«¡Cómo no! ¿Cuántas veces me ha echado del coche por Aurora? Ya no lo recuerdo».
Olivia se mordió el labio inferior, se desabrochó el cinturón de seguridad con calma y salió del auto.
—Lucas, cuida bien de mi hermana.
Lucas sintió asfixio por un instante y quiso decirle que tuviera cuidado tomando el taxi.
Pero la puerta del auto se cerró de golpe y vio a la mujer dándole la espalda sin mirar atrás, fingiendo como si nada.
Estaba un poco ansioso, se dio la vuelta para seguir mirando su espalda. Al ver cómo se alejaba cada vez más de su coche, sacó su teléfono y llamó a Olivia con ansiedad; sin embargo, vio que seguía caminando sin siquiera sacar el móvil para echar un vistazo.
Lucas colgó la llamada con enojo, volvió la cabeza, puso en marcha el coche y condujo hacia la prisión de mujeres.
***
Olivia notó que el teléfono estaba sonando en su bolsillo, pero en ese momento, no quería contestar el teléfono a nadie.
Hasta que estaba lo suficientemente lejos, volvió la cabeza con tristeza mirando hacia atrás, pero ya no quedaba rastro del Maybach gris plateado.
«Seguro que está ansioso por ver a Aurora».
Esbozó una sonrisa amargada. Se dio la vuelta y caminó por la calle distraídamente.
En ese momento de la noche, las calles estaban vacías. Detrás de ella, una camioneta negra se acercó silenciosamente.
Olivia estaba tan absorta en su mundo que no notó la figura que la seguía por detrás.
Cuando estaba a punto de llegar a las calles con más movimiento, la figura que siguió a Olivia durante todo el camino de repente cubrió la boca de Olivia por detrás.
—Mmmm... —Los ojos de Olivia se agrandaron por el susto, y antes de que pudiera pedir auxilio, la arrastraron a la fuerza a la camioneta que acababa de detenerse.
La puerta de la camioneta se cerró y se alejó en la oscuridad, como si nada hubiera pasado.copy right hot novel pub