No fuimos muy lejos gracias a Dios, cruzamos el pasillo y estuvimos en uno de los lujosos Gimnasios del instituto. Mucho mejor de los que había en la parte baja.
En la pared del fondo había una pantalla gigantesca con diferentes pestañas trasmitiendo todas las noticias del día a nivel mundial y el espacio estaba bien equipado con máquinas de control de respiración y ejercicios duros.
Y solo era eso en la parte izquierda, la opuesta a ello estaba un pequeño pero generoso suministro de todos tipos de armas con un punto de tiro.
- Impresionante, ¿no? – preguntó Ferz mientras recorría con la miraba el gimnasio. Nos acercamos hacia donde los demás estaban en un semicírculo alrededor de Mells y Lykar.
Ella me sonrió al verme y traté de no quejarme mucho cuando se me acercó con todo su esplendor y puso una mano sobre mi hombro.
- ¿Cómo te sientes? – preguntó, el brillo llegando a todo su rostro.
- He estado peor. – me conformé con decirle mientras clavaba la miraba en el demonio de ojos negros que había puesto una bomba dentro de mí.
No tardé mucho en sentir que la sangre hervía en mis venas.
- Bueno, ahora que ya todos estamos aquí. Tengo novedades. – informó paseando la miraba a todos nosotros.- Ya que Mells está de regreso podemos irnos de cacería, dentro de dos días. Mark los guiara mientras Jordan y yo arreglamos algunos asuntos desde aquí.
Señaló a un chico Lighters con facciones asiáticas a su lado, antes de reanudar su charla.
- Ferz asegúrate de surtirlos bien, no los quiero devuelta hasta dentro de tres a cuatro días y hagan que valgan la pena. Será una misión de limpieza, La Delief ya dio luz verde de ir a los armarios.
Valery levantó su mano, mostrando sus brillantes y bien pulidas uñas pintadas de gris.
- Una pregunta, seguro lo que todos tenemos en mente: ¿qué haremos con la nueva? – preguntó girándose hacia mí. – no podemos llevarla, en su estado. Creo que será mejor que se quede aquí contigo.
- De ninguna manera, guarde lo mejor para el final. – dijo sonriéndole de una manera que sabía que no me depararía nada bueno. - Espero que se hayan relacionado bien porque en la próxima misión Maia y Mark trabajaran juntos.
No pasó ni un segundo antes de que todos explotaran en quejas.
- Ni de coña. – empezó Mark, acercándose a su Mentor.
Me alejé del grupo un poco mientras todos empezaban a discutir por el asunto e hice que Xoé me siguiera. Sabia como terminaría eso, no valía la pena escucharlo.
- Mira, Ferz me contó que eres buena con los equipos. ¿Crees que puedes conseguirme un traje? – le pregunté.
- ¿Estás en condición de ir? - preguntó mirándome de pies a cabeza con asombro.
Por supuesto que no quería hacerlo, pero de todas maneras necesitaba uno si tenía algún chance de escapar.
- Es allí o aquí con Lykar. Dudo que encuentren mucho de él si nos dejan a solas. – le aseguré tratando muy duro de que no se viera como que en serio no quería estar aquí con él.
- Vale, será emocionante ver cuánto alboroto causas. – dijo dándole una miraba a la discusión en pleno apogeo. – solo no te alejes demasiado. Es más fácil que no te disparen desde la parte de atrás.
Tenía curiosidad sobre ello pero sabía que era una discusión para después. Asentí como respuesta y pasé por su lado para unirme a la discusión, o rompiéndola mejor dicho, entrando al centro del círculo y paseando la miraba hacia todos.
- Prefiero que vaya Mark adelante, teniendo en cuenta que no se mucho de ustedes o como trabajan. Será mejor que solo vea y aprenda. – le pedí a Lykar, manteniéndole la miraba por un minuto antes de buscar a Mark.
- ¿bien? – le pregunté buscando más su aprobación que su permiso. Como me lo había dispuesto, quería llevar la fiesta en paz.
Sabía que no le agradaba el plan de que una extraña le viniera a dar órdenes, menos una mujer.
- Nos entendemos. – dijo sonriendo secamente. Esto es lo que pasaba cuando juntabas a dos Smooker de mal carácter en un mismo equipo y los obligadas a llevarse bien. Hasta el momento Mark no me había mostrado de frente el suyo, pero sabía que lo tenía, al igual que tenía a todo el equipo y la influencia de Lykar para que se mantuviera a la raya y esperara.
- Bien, si así lo prefieres. Más tarde nos reuniremos todos para hablar sobre ello mejor. Cada uno busque algo que hacer mientras tanto. Tú, ven conmigo. – me señaló mientras pasaba por mi lado.
Había llegado mi momento.
¿En serio estaba preparada para ello? Me lo planteada mientras lo seguía fuera del salón y recorríamos el pasillo.
Físicamente, estaba mejor que yo. Mentalmente, estaba preparaba y había puesto una mira sobre su cabeza. Pero no sería muy responsable de mi parte, mandarlo a la tumba sin respuestas.
Abrió la puerta de una pequeña habitación y me hizo pasar de primero. Era un reservado que servía de despacho con dos sillas frente a un escritorio de madera bastante viejo y muchos papeles ordenados sobre la mesa al lado del portátil.
- ¿Querías hablarme, amo? – pregunté con todo el sarcasmo que tenía, tomando asiento en una de las sillas. Esperaba que fuera rápido, pero actué como si tuviera todo el tiempo del mundo acomodándome perezosamente dentro de la silla.
Quería que notara que no lo tomaba en serio, no después de todo.copy right hot novel pub