La lluvia caía con fuerza a lo largo de la tierra de los lobos, la manada estaba tranquila, resguardada en el interior de sus casas, el Alfa, con la tranquilidad que le brindaba su pareja. Todo estaba saliendo de maravilla y la manada estaba en paz como nunca lo estuvo.
Una loba acobijada por las nuevas sensaciones que le proporcionaba aquel lobo, algo que sin duda nunca había sentido, tenía miedo, pero eso no era algo que la hiciera detenerse, la cobardía no era algo que sus padres le hubieran enseñado.
Mientras tanto en las fronteras de la manada los guardias empezaban a alertarse, pisadas se escuchaban y la presencia de los vampiros sólo indicaba peligro, rápidamente miles de vampiros entraron a la manada y la alerta sonó, haciendo que el miedo se instalara en cada lobo, el Alfa dejando a su Luna en un lugar seguro sale al encuentro de los vampiros quienes no vienen en son de paz, al llegar al centro de la manada los lobos guerreros, preparados con su Alfa miran sorprendidos la imponente presencia del Rey de los vampiros quien sonríe con burla mirando a su alrededor.
—¿Quieren romper el tratado? — pregunta el Alfa, la seriedad plasmada en sus facciones haciendo que la sonrisa en el vampiro rey se extienda.
—Sabes lo que quiero — Afirma el vampiro, sus ojos rojos inexpresivos escanean al lobo a unos metros de él.
—No nos iremos, esta tierra le ha pertenecido a mi familia por generaciones.— responde con rudeza el alfa.
—Entonces prefieres la guerra.
—Sí.
Respondió el lobo sabiendo lo que implicaba.
—Tú lo has pedido lobito...
El Rey levanta su mano y en segundos la batalla comienza, lobos contra vampiros, igualados.
El Alfa pelea, dando mordiscos certeros.
«Ningún rival decente»
Piensa entre sí despedazando cada vampiro como si fuera un simple venado, no por nada era el Alfa más fuerte.copy right hot novel pub