Como era de esperarse, al otro día la situación era complicada, ya que la familia Daniels se encontraba de luto por la muerte de tres integrantes de la familia, todos estaban tristes y no era de extrañarse, aunque yo trataba de animar a los más cercanos a mí.
De cierta forma me alegra que nuestros pequeños bebés animen a su padre, Jack al despertar sonreía con dulzura tras ver como estos trataban de ponerse boca abajo para acercarse más a él, ambos pequeños lo extrañaban, eran alrededor de las nueve cuando oí pequeñas risitas de parte de Jack, ya que nuestros pequeños lo estaban babeando, aunque en realidad ellos trataban de darle besos.
Me alegraba mucho ver como se animaba gracias a nuestros pequeños, aunque cuando nos alistamos para bajar todo se volvió más sombrío debido a que estaban preparando todo para el velorio, el cual se realizaría en la casa de la abuela de Jack. Esta es la más grande y cuando estaba viva solía decir que deseaba ser velada en su casa.
Nosotros viajábamos hasta allí, tuve que preparar dos bolsos con cosas para mis pequeños, ya que pasaremos bastante tiempo allí, aunque me ponía triste toda esta situación. Además, cuando llegamos, Jack buscó a Víctor y sentí mi corazón encogido cuando se abrazaron, es natural que Víctor ahora mismo esté muy triste, ya que su padre falleció, es la primera vez que lo veo con una expresión tan deprimente, aunque era de esperarse.
La situación era tensa, ver tres ataúdes era deprimente, aunque todos deseaban despedirse de los fallecidos, por tanto, se mantenían en el salón hablando sobre los buenos momentos que pasaron con ellos. Por supuesto que mi suegro también estaba allí, este se veía muy cansado, parecía que no había dormido, así que le pedí a Jack que cuidara de nuestros pequeños quienes estaban en su silla de transporte, para que así yo pudiera convencer a mi suegro de que se durmiera.
Este no deseaba descansar, me decía que debía preparar todo para el funeral, así que no había tiempo para hacerlo, además tenía una herida de bala que sangraba, sin embargo, como su mente estaba en otro sitio, no se percataba del dolor físico.
–Por favor, ya pare– le dije tomándolo del brazo– vamos, lo llevaré a descansar y atenderé su herida.
–Estoy bien, ya descansaré luego– me decía en un tono decaído.
–Venga, hágame caso– insistí dirigiéndolo hasta una de las habitaciones del segundo piso.
Allí lo ayudé a recostarse en la cama para poder limpiar su herida, su herida había sido tratada por expertos, así que sólo limpié la sangre y cambié las vendas para que pudiese descansar cómodamente, incluso le dejé un bolso con vestimentas limpias para que se duchara cuando despertara.
–Yo me encargaré, no se preocupe– le dije acariciando su cabello– descanse.
–Eres más bueno que el pan– comentó él, tratando de sonreír, pero igualmente estaba triste, así que simplemente formó una mueca.
–Descanse– le dije antes de retirarme.
Por supuesto que había varias cosas que hacer, además debo cuidar de mis pequeños para no agobiar a Jack ahora que sé que no está de ánimos, aunque este me aseguraba que podía cuidarlos, sé que lo decía porque los extraña, sin embargo, se ve tan cansado que no puedo evitar dejárselo por momentos mientras voy ayudando a organizar todo. Aquí hay mucha gente, la mayoría es familia, pero por supuesto que también hay amigos, trabajadores de la familia y varias personas más que deseaban darle el pésame a la familia Daniels.
Mi hermano también estaba ayudando, este no quería interrumpir el momento que Víctor tenía para despedirse de su padre, así que se mantenía alejado para que pudiese estar con su familia. Nosotros no llevamos mucho tiempo con ellos, así que no compartimos el mismo dolor, es de esperarse que estamos triste, pero más que nada se debe al hecho de ver a nuestra pareja triste.
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