Sigo en el avión, lo mejor es que no puedo dejar de reír tras ver la mirada avergonzada de mi esposo, ya que fuimos descubiertos por una azafata quien interrumpió en el peor de los momentos.
Víctor me miró con cierto enfado, íbamos por la tercera ronda cuando la chica hizo aparición quedando completamente sorprendida, de hecho, ella soltó un pequeño grito de sorpresa antes de decir "Lo siento" e inmediatamente corrió al sitio de donde no debió salir.
Yo sé que está mal reírme por algo como eso, de hecho, está mal tener sexo en público, pero ahora estamos en un avión privado que nos mantendrá en este sitio durante varias horas ¿Qué pensaba la chica que haríamos? Llevamos solamente siete horas casados, estamos claramente en un sitio privado y soy de sangre caliente.
Lo mejor es que no puedo dejar de reír, por supuesto que caminé al baño del avión para limpiarme e incluso para ducharme, lo mejor es que cuando salí cubriendo mi cuerpo con una bata, me di cuenta de que había una habitación bastante amplia.
En mi defensa, no sabía que había una habitación, claramente Víctor lo sabía, por ello, de cierta forma la culpa también recae en él, si él hubiese sido lo suficientemente sensato me lo hubiese informado antes de hacerlo en los cómodos sofás del avión.
Joder, me estoy riendo a carcajadas mientras visualizo a mi esposo meterse en el baño, como ahora sé que hay una cama, me dejé caer en la cama mientras miraba por las ventanas, esta era una manera para entretener mis pensamientos.
Soy consciente de que estuve mal, sin embargo, si la chica no hubiese sido tan metiche nada de esto estaría pasando, incluso si no hubiese mirado a mi esposo con deseo cuando estábamos abordando, no me daría tanta gracia. Ahora no puedo dejar de reírme por la situación, básicamente he marcado territorio del modo más inusual posible.
Sé que tengo 24 años, debería ser lo suficientemente maduro como para no prestarle atención a una chica que mira con deseo a mi esposo, de hecho, cuando estuvimos unas dos horas en el avión, ella constantemente se acercaba fingiendo ser amable para así hablar con Víctor, incluso le tocaba la mano innecesariamente.
Su vestimenta a diferencia del resto de azafatas, parecía más reveladora, tenía un par de botones abiertos que mostraban sus "buenos dotes" y hablaba de una forma coqueta. Víctor no le prestaba demasiada atención, pero yo no podía evitar reírme por su descaro.
Supongo que ahora dejará de coquetearle a mi esposo, incluso puede que ahora tengamos un poco de privacidad tras no ser interrumpidos por azafatas metiches.
Cuando Víctor salió del baño, se acercó a la cama y gateó hasta mis brazos para abrazarme dulcemente, él tenía puesto el pantalón de su pijama, mientras que yo aún permanecía con la bata. La cama es muy cómoda, no tuve energías ni ganas para vestirme, por ello, cuando nos metimos bajo las sábanas, me encontraba completamente desnudo siendo abrazado por mi amado esposo.
No puedo evitar decir "mi esposo" cada que tengo oportunidad, me encanta decirlo, además me fascina la manera en la que Víctor sonríe cuando me escucha decir "mi esposo". Puedo ver a través de sus ojos lo orgulloso que se siente por haber conseguido casarse conmigo.
–Esto es perfecto...–me susurró abrazándome con cierta fuerza.
–Sí, me encanta...copy right hot novel pub